Fiesta de San Juan en Borja

            Hoy se celebra la fiesta de San Juan que, en el pasado, fue una de las “votadas” de nuestra ciudad. Por ello, cumpliendo una antigua tradición, el Ayuntamiento en corporación asistía a la misma y la imagen de “San Juanico”, como popularmente era conocida, se ha conservado desde tiempo inmemorial en la Casa Consistorial, salvo breves periodos de tiempo. 

            En alguna ocasión hemos comentado que esta circunstancia sirvió de inspiración a compositores borjanos como es el caso de D. José Gusi Soler, director de la Banda de Música en 1894 que fue el autor de una marcha lenta, titulada “24 de junio”, dedicada al Ayuntamiento de Borja y “compuesta ex profeso para la procesión de San Juan”.

            De aquellas tradiciones tan sólo ha quedado la hoguera, que se sigue encendiendo al final de la calle Sayón y que era el eje de las celebraciones organizadas en el barrio de San Juan, donde otra imagen del Santo era colocada en una hornacina existente en uno de los edificios del mismo, ya desaparecido.

            Este año, la hoguera estuvo muy concurrida. Las fotografías no dan una idea ajustada a la realidad, pues fueron tomadas poco después de ser encendida y, cuando nos retirábamos, continuaban llegando numerosas personas.

            Estaba también presente un grupo, procedente de la localidad hermana de Jurançon, que fue cumplimentadas por el Sr.Alcalde D. Eduardo Arilla Pablo y el Segundo Teniente de Alcalde D. Carlos García Viñal.

            Este último accedió a posar junto a un coche de los bomberos voluntarios que, junto a miembros de Protección Civil y de la Policía Local, contribuyeron a garantizar la seguridad del acto, sin que surgieran problemas a pesar del viento reinante.

           

            En una mesa dispuesta junto a la hoguera se ofrecieron, como es costumbre, vasos de vino con algunos sencillos aperitivos. La noche era agradable, aunque fresca. Si se cumpliera el dicho de que el tiempo de este día marca el del resto del verano, no vamos a pasar mucho calor, aunque las previsiones iniciales nos hubieran advertido de todo lo contrario.