En
la búsqueda de obras de Benjamín Bentura Remacha que estamos llevando a cabo,
hemos conseguido un catálogo de una exposición celebrada en el Palacio de
Sástago, en 2003, con el título Las
primeras tauromaquias. Una visión del Arte Gráfico taurino. Que la
exposición fuera organizada por la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, de
la que depende este Centro, constituye un valor añadido, dada la dificultad
que, hasta hace poco, hemos tenido para que los catálogos de las exposiciones
que organiza figuren en nuestra biblioteca.
Benjamín
Bentura es el autor del primero de los trabajos incluidos en el catálogo: “La
primera tauromaquia pudo ser un romance de ciego”. Leyéndolo nos hemos enterado
que el pintor cubano Nelson Villalobo -bien conocido por nuestros lectores ya
que expuso en el Espacio Huecha de Alberite de San Juan, en donde lo
fotografiamos con su hija- descubrió un “aleluya” o “auca” catalana con una
popular descripción de la fiesta taurina en el siglo XVII. Estas aleluyas eran
utilizadas para recitar los romances de ciego, una muestra de literatura
popular de gran aceptación en la pasado.
Pues
bien, a partir de esa obra, Nelson Villalobos la adaptó desde su propia
perspectiva a modernas imágenes impresas en serigrafía que, como se señala en
el artículo, ofrecen “una sugerente e inédita visión de esta fiesta popular”.
En
la exposición se mostró la serie Tauromaquia de los grabados de D. Francisco de
Goya que conserva la Diputación de Zaragoza, correspondientes a la edición de
1921. Como novedad, señalada por la diputada Dª Cristina Palacín, se pudo
contemplar, por vez primera, el disparate goyesco “Lluvia de toros”, aquí
reproducido, que fue estampado en 1877, medio siglo después de la muerte de
Goya, por la revista francesa L’Art.
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