Como
hemos comentado en ocasiones anteriores el Centro de Estudios Borjanos viene
impulsando la realización de un importante trabajo sobre el pintor borjano
Buenaventura Salesa, uno de los más destacados artistas aragoneses de finales
del siglo XVIII. La investigación corre a cargo del Prof. D. Arturo Ansón
Navarro y del historiador del Arte D. Javier Martínez Molina.
El
objetivo propuesto es la publicación de una biografía de Salesa, junto con el
catálogo de sus obras. En el marco de estas actuaciones, hemos ido adquiriendo
algunas obras de Salesa, a las que ahora viene a sumarse este importante
grabado realizado por el italiano Giovanni Volpato (1735-1803), a partir de un
dibujo de Salesa.
El
tema reproducido es una de las obras más destacadas del pintor Rafael Mengs,
titulada “Christo espirante en la Cruz”, también conocida como “El
Descendimiento”. Fue realizada por encargo de Carlos III para el Palacio Real
de Madrid.
En
1924, por deseo de Alfonso XIII, este lienzo y otro que representaba al “Padre
Eterno”, fueron enviadas al Palacio Real de Pedralbes en Barcelona, para
decorar su capilla. Allí permanecieron hasta 2006 en que fueron trasladadas al Museo
Nacional de Arte de Catalunya, pero comoquiera que se trataba de dos obras del
Patrimonio Nacional, en enero de 2015 volvieron al Palacio Real de Madrid.
En
la realización del grabado que acabamos de adquirir tuvo una influencia
decisiva el aragonés José Nicolás de Azara, embajador de España en Roma, protector
de Salesa y gran amigo de Mengs que es quien realizó su retrato, arriba
reproducido.
En la
biografía de Mengs que escribió el propio Azara señalaba, en relación con el
lienzo de Mengs que era “la obra más singular que han visto los hombres”, afirmando
que “cada figura muestra aquel grado de dolor que corresponde a su carácter. En
el Christo muerto se ve un cadáver que ha padecido infinito, pero en medio de
eso se distingue que fue un cuerpo perfecto y de una belleza divina (…) Este
quadro se debe llamar el quadro de la filosofía”.
Giovanni Volpato |
No
es de extrañar por lo tanto que mandara dibujarlo a su protegido Buenaventura
Salesa (que ya había realizado otros encargos para Azara), siendo realizado el
grabado por el citado Giovanni Volpato en 1791. Fueron estampados 1.100
ejemplares, de los cuales se vendieron 415. Uno de ellos es el que ahora llega
a nuestro poder en un estado de conservación bastante aceptable.
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