En
el programa de fiestas de Tabuenca se inserta un artículo dedicado a Manuel
Fernández López Pocapena, “bravío
matador de toros de bastante crédito y fama, desde luego uno de los principales
de nuestra región, nacido en Tabuenca, provincia de Zaragoza, el 31 de mayo de
1839 y muerto en la plaza de toros de Baeza en 1889”.
Toda
la reseña biográfica está tomada del blog del escritor Antonio Cardiel que
lleva por título “Aragoneses ilusorios” (http://www.antoniocardiel.com/?page_id=4326)
y en el que, como su mismo nombre indica, se trata de perfiles imaginarios
creados a partir de fotografías de otros personajes reales. Sin duda, la
persona que descubrió en ese blog la figura de este supuesto matador nacido en
Tabuenca, quedó fascinado por esta circunstancia y decidió darlo a conocer en
el programa.
Pero,
para desilusión de los habitantes de Tabuenca no existió nunca un matador de ese
nombre nacido en dicha localidad. La fotografía corresponde a Manuel Fuentes
Rodríguez Bocanegra que había nacido
en Córdoba el 21 de marzo de 1837. Efectivamente, comenzó su carrera en una
cuadrilla de niños (que Cardiel ha convertido en “mañicos”) y fue banderillero
de José Dámaso Rodríguez Pepete que
era cordobés como Bocanegra.
José
Rodríguez, Pepete
|
En la biografía de
Cardiel, reproducida en el programa que estamos comentando se afirma que “fue
banderillero en las cuadrillas de su paisano José Rodrígue, Pepete, y del cordobés Manuel Domínguez,
Dominguito. Todos eran paisano, pero
de Córdoba, ya que en caso contrario tendríamos a otro matador tabuenquino:
Pepete. Pero este último era natural del barrio de la Merced en Córdoba y fue
un torero importante que tuvo un final trágico, como Bocanegra, al sufrir una cogida en la plaza de toros de Madrid, el
20 de abril de 1862, cuando salió a auxiliar a un picador derribado.
Manuel
Rodríguez Desperdicios
|
Bocanegra
tomó la alternativa el 31 de agosto de 1862, en el Puerto de
Santa María, de manos de Manuel Domínguez Desperdicios, actuando como testigo Jacinto Machío.
Desperdicios había nacido en Gelves (Sevilla) en 1816 y era un torero de raza
que se hizo famoso por su increíble valor. De hecho, hay autores que afirman
que su apodo tuvo su origen en una cornada sufrido en El Puerto de Santa María done
el pitón de la res entró por su ojo derecho. Sin vacilar, se arrancó los restos
que quedaban, tirándolos al suelo mientras gritaba “Fuera desperdicios”. Probablemente,
esta truculenta historia no es real, pero su audacia casi temeraria le
convirtió en una leyenda, a pesar de lo cual sobrevivió a su carrera, falleciendo
en Sevilla cuando ya había cumplido los 70 años.
Manuel
Fuentes Rodríguez Bocanegra
|
No
le sucedió lo mismo a Bocanegra que,
aunque dotado de gran valor, carecía de recursos y habilidad, por lo que sufrió
varias cogidas graves. Además, comenzó a perder la vista, como consecuencia de
la sífilis y en la última corrida que toreó en Madrid, el 16 de junio de 1869,
apenas veía. Por este motivo, estuvo apartado de los ruedos durante varios
años, aunque retornó más tarde con las facultades muy mermadas ya que su
situación económica era muy mala.
A
pesar de ello, el 16 de junio de 1889, intervino en la corrida de la
Beneficencia de Madrid, y, cuatro días
después, se desplazó a Baeza para ver una novillada en la que tomaban parte
principiantes por los que estaba interesado. Lamentablemente, el cuarto
novillo, llamado Hormigón, salió con
fuerza sin que pudieran hacerle doblar y derribando varios caballos. Al
comprobar el caos que reinaba en el ruedo, Bocanegra pidió permiso a la
Presidencia para intervenir y, tras ser autorizado, se acercó al novillo que
hizo por él y le alcanzó antes de que pudiera refugiarse en el burladero. Murió
el 21 de junio de 1889, como consecuencia de las gravísimas lesiones sufridas
el día anterior.
Esta
es la biografía auténtica de un valiente torero cordobés. Lo que aparece en e
programa es un divertimento del autor, con pasajes tan increíbles como el de
ese toro Congruente tras entrar a
matar “más de cuarenta veces”, comenzó a darle puñetazos, para ver su caía, hasta
que intervino la Benemérita.
En
descargo, de quienes creyeron la falsa historia del torero de Tabuenca, debemos
reconocer que también nosotros fuimos “cautivados” por otra biografía no menos
sorprendente, la de un sacerdote caldeo que desempeñó su ministerio en Calcena,
a mediados del siglo XIX. La dimos a conocer en este blog y no hemos podido
corregirla, como en este caso, pues no hemos logrado conocer la verdadera
historia de ese barbudo “sacerdote caldeo”.
Para
quienes deseen conocer más datos de Manuel Fuentes Rodríguez Bocanegra, insertamos aquí dos enlaces
de los que procede, en buena medida, la información facilitada:
No hay comentarios:
Publicar un comentario