Allá por el mes de
marzo publicamos un artículo sobre el reloj que aparece en el segundo cuerpo de
la torre de la iglesia parroquial de Fuendejalón, a raíz de la aparición de un
libro sobre el taller de relojería de Lascellas, donde fue fabricado. Sin
embargo, omitimos lo más importante, la existencia en esa misma torre de un
reloj de sol. Lo cierto es que hicimos fotografías y las registramos como
pertenecientes “a un posible reloj de sol”, aunque nuestros escasos conocimientos
sobre la materia, impidió el que pudiéramos pronunciarnos sobre ello. Ha sido
ahora cuando D. Pedro Novella nos facilitado datos del mismo, a través del
magnífico inventario que está disponible en la página web de la Asociación de
Amigos de los Relojes de Sol (AARS) a la que hicimos referencia ayer.
El
reloj está situado en el punto que hemos señalado con una flecha roja,
encastrado en la arista exterior de la torre. Cuando Pedro Novella lo
fotografió, aún no se había restaurado la parte inferior de la torre, aunque
comentaba el propósito de llevarla a cabo, incluyendo la recuperación del
“antiguo reloj de sol”.
Sin
embargo, no ha sido así y el reloj sigue como se encontraba, con los cables que
lo afean y hasta una caja de registro al lado. En la base del mismo se lee
bastante bien “Año 1806”, así como las marcas en el interior de la curvatura.
Se
trata de un reloj polar, nombre que se da a aquellos que tienen su plano
paralelo al eje terrestre y, por lo tanto, formando un ángulo con el horizonte
del lugar, equivalente a la latitud.
El
de Fuendejalón pertenece a los llamados “de camiseta”, por razón de su forma.
Las fotografías superiores corresponden al existente en la iglesia de Nuestra
Señora del Hortal de Torrijo de la Cañada, en la que se aprecia muy bien esa
forma a la que estamos haciendo referencia. Al de Fuendejalón le falta todo el
“hombro derecho”.
Estos
relojes tienen seis aristas-gnomon que delimitan tres superficies
semicilíndricas en las que se leen las
horas a lo largo del día. En el caso que estamos comentando, aún queda parte de
la superficie curva donde se leería la hora desde la salida del sol hasta las
doce. La parte superior es la que
corresponde a las horas comprendidas entre las doce y las tres de la tarde,
mientras que a la izquierda se leen desde el mediodía hasta la puesta del sol.
Nos
alegra, por lo tanto, dar a conocer entre nuestros lectores esta pieza de
nuestro patrimonio que reviste indudable interés, por ser el único reloj de
estas características conservado en nuestra comarca.
En
las páginas de la Asociación de Amigos de los Relojes de Sol hemos leído la
sugerencia de que estas piezas deberían tener algún tipo de protección, como
los cruceros, peirones o piedras armeras. Es una sugerencia digna de ser tenida
en cuenta, aunque dudamos que llegue a ser tomada en consideración por quienes
tienen la responsabilidad de inventariar y proteger nuestro patrimonio
cultural.
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