Durante
nuestra reciente estancia en Madrid tuvimos oportunidad de visitar el Museo
Arqueológico Nacional, al que no habíamos vuelto tras su reciente remodelación.
El museo dispone de importantes fondos que abarcan desde la Prehistoria hasta
épocas prácticamente contemporáneas.
En
la actualidad se accede por la planta inferior en la que se muestran los
primeros testimonios de la actividad humana. La planta primera tiene el
atractivo de que en ella pueden admirarse la grandes piezas de la cultura
ibérica como la Dama de Elche, la de Baza o la Dama oferente.
Especialmente
llamativa para algunas personas es la planta superior con contenidos más
propios de un Museo de Arte, aunque allí también se encuentra la magnífica
colección de cerámica griega, la pequeña colección de antigüedades egipcias o
las muestras procedentes de las campañas realizadas por arqueólogos españoles
en Nubia.
Al
inicio del recorrido por el museo se encuentra una maqueta en blanco sobre la
que se va proyectando sucesivamente. la ubicación de los yacimientos más
significativos de cada cultura. Allí es donde pudimos ver las referencias a
Moncín y la Muela de Borja, lo que consideramos significativo ya que ese hecho
viene a poner de manifiesto la labor realizada por el grupo de arqueólogos de
la Universidad de Bristol que, bajo la dirección del Prof. Richard Harrison,
realizaron varias campañas de excavaciones en el asentamiento de Moncín, junto
a la cueva descubierta por el responsable de la Sección de Arqueología del
Centro, D. Isidro Aguilera Aragón, que asimismo fue quien dio a conocer el
conjunto de abrigos de la Muela Alta de Borja, sobre los que trata su tesis
doctoral.
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