En
el término municipal de Fréscano, muy cerca de su límite con los de Agón y
Bisimbre, se encuentra este monumento conocido con el nombre de “El acueducto”,
sobre el que discurre una antigua acequia de riego.
Utilizamos
la palabra “monumento” para definirlo pues lo es ya que, haciendo uso de la
facultad que la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés otorga a los municipios
para preservar su Patrimonio Cultural, el Ayuntamiento de Fréscano lo declaró
el 9 de diciembre de 2003 “Monumento de Interés Local”, al mismo tiempo que el
palacio de los vizcondes de Ébol, ahora parcialmente restaurado. Posteriormente
hizo lo propio con las casetas de elevación de aguas del canal de Lodosa, en
una de las cuales ha instalado un interesante museo del Agua.
Esta posibilidad,
prevista en el artículo 25 de la citada Ley, permite su incorporación al Censo
General del Patrimonio Cultural Aragonés como “Bienes Catalogados”, a pesar de
lo cual han sido muy pocos los municipios que han hecho uso de esta facultad.
Aunque
ya habíamos hecho referencia a esta obra hidráulica cuando tratamos del
Patrimonio Cultural de Fréscano y al hablar de monumentos locales, volvemos a
traerlo hoy a nuestras páginas con las fotografías que ha realizado Pedro
Domínguez Barrios.
Está
constituido por un gran arco de medio punto rebajado, cuya luz es de 9 metros y
su anchra de 1,80, apoyado en estribos que como el intradós del arco y la
solera y pretiles de la acequia, fueron construidos con sillería de buena
calidad, cuya piedra procede casi con seguridad de las canteras de Burrén,
ubicadas en el mismo término municipal.
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