El
Museo de la Colegiata de Borja es, sin duda, uno de los principales recursos
turísticos de nuestra ciudad, tanto por la belleza del edificio que lo alberga
como por la importancia de los fondos expuestos.
Como
hemos comentado en ocasiones anteriores, en estos momentos está realizando un
amplio reportaje fotográfico del mismo D. Enrique Lacleta y, con este motivo,
queremos dar a conocer la sala dedicada a exposiciones temporales en la que,
desde hace algún tiempo, se presenta una muestra dedicada a la restauración del
claustro, de plena actualidad ya que está a punto de concluir la tercera fase
de los trabajos.
La
pieza fundamental está constituida por los restos de la celosía que existía en
sus vanos, recuperada de manera casi milagrosa, merced al cuidado con el que se
efectuó la demolición de los muros que, desde finales del siglo XVI los ocluían
y por la sagacidad de D. Manuel Giménez Aperte que fue quien se percató de
ello.
Gracias
a este hallazgo, la arquitecta Dª María Martínez Fábregas, una de las
responsables de las obras de rehabilitación, pudo presentar esta propuesta del
diseño original que, probablemente, se reproducirá en uno de los vanos, al
finalizar los trabajos. Como se recordará la restauración está siendo acometida
en el marco de los planes bianuales de rehabilitación de bienes inmuebles
eclesiásticos que lleva a cabo la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, en
colaboración con el M. I. Ayuntamiento de Borja y el obispado de Tarazona,
corriendo la realización a cargo de la brigada de obras municipales.
También
se presentan imágenes del estado del claustro antes del inicio de los trabajos
y del resultado de la rehabilitación de primer tramo, junto con algunos
materiales encontrados en los muros que, sin duda, proceden de la decoración
del primitivo templo.
A
través de unos carteles, elaborados por la citada arquitecta, con los textos aportados
por el Centro de Estudios Borjanos, se explica el significado del claustro y su
empleo en las ceremonias litúrgicas del cabildo, sobre cuyos orígenes y sobre
los miembros que lo integraban se ofrece amplia información.
En
una de las vitrinas pueden verse tres piezas de singular interés relacionadas
con el funcionamiento del cabildo. En el centro, un ejemplar de los Libros de gestis, en los que se reflejaban los
acuerdos adoptados y que ofrecen numerosos datos sobre la historia de la
colegiata.
Otra
pieza significativa es la prensa para estampar el sello en seco del cabildo en
sus documentos. Pero, sin duda, la más interesante es esta “caja de fabear” con
las habas blancas y negras que se utilizaban para las votaciones.
Junto
a la mesa original de la secretaría del archivo, se ha dispuesto una fotografía
tomada en su emplazamiento original, con la magnífica biblioteca de temas
jurídicos que está integrada por obras de gran valor, de los siglos XVI y XVII,
así como un incunable. La mayor parte de las mismas pertenecieron al jurista
borjano Dr. Cándido Cirón Moles, adquiridas por el cabildo tras su
fallecimiento.
También pueden verse
las Constituciones que, para dicho cabildo, aprobó en 1657, el obispo de la
diócesis D. Bernardo Mateo Sánchez del Castellar, tras la visita pastoral
efectuada a nuestra ciudad.
Esperamos
que la publicación de estas hermosas fotografías contribuyan a despertar el
interés por visitar no sólo esta sala sino las otras siete que, en tres
plantas, forman parte de este espectacular museo.
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