El Capitán
de Navío D. Antonio Manuel Pérez Fernández, Director de la Revista General de Marina, ha tenido la amabilidad de remitirnos
esta fotografía tomada en el Salón de Actos del Cuartel General de la Armada,
con ocasión de la conferencia, que el pasado día 28, pronunció el Presidente
del Centro de Estudios Borjanos dentro de las LI Jornadas de Historia Marítima,
organizadas por el Instituto de Historia y Cultural Naval.
El
tema abordado fue el de “Ordenanzas y Tratados navales de la Corona de Aragón”
y, en el transcurso de su intervención hizo referencia a las diferentes
reglamentaciones que regularon la actividad marítima y naval en los territorios
de la antigua Corona de Aragón.
Se
refirió a las Ordinationes Ripariae confirmadas
por Jaime I en septiembre de 1258, las más antiguas de la península ya que, las
referencias a asuntos marítimos en el Código de las Partidas son de 1266. Habló
también del Llibre de Consolat de Mar que ha sido calificado como la “máxima
aportación de las tierras de la antigua Corona de Aragón a la historia del
Derecho mundial”.
Dedicó
especial atención a la proyección naval aragonesa cuyo ordenamiento jurídico se
tradujo en las ordenanzas aprobadas por Pedro IV, el 5 de enero de 1354, cuya elaboración
corrió a cargo de Bernardo de Cabrera, uno de los grandes marinos de la época, nacido
en Calatayud y ejecutado en Zaragoza, diez años después, por el mismo monarca a
quien había servido.
Resaltó
la importancia que tuvo la creación en Barcelona de un cuerpo de ballesteros,
claro precedente de nuestra Infantería de Marina, merced a cuya destreza los
buques aragoneses llegaron a convertirse en una poderosa fuerza naval “respetada
y temida de todas las demás naciones, preferida por los reyes de Aragón en las
empresas más arduas y celebrada con singulares elogios por los historiadores
extranjeros”.
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