El
Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón ha
dado a conocer en el Boletín Oficial de Aragón, del pasado día 4 de noviembre,
el Decreto 274/2015 por el que se crea el Catálogo de Lugares de Interés
Geológico de Aragón y se establece su régimen de protección.
Se
trata de una iniciativa de excepcional importancia para la conservación del
patrimonio geológico de nuestra comunidad autónoma y ojalá dispusiéramos de
instrumentos similares en otras áreas de interés como el Patrimonio Cultural
Inmaterial, por citar un ejemplo, aunque podríamos sugerir otros muchos.
El
Decreto define lo que son estos lugares y establece cuatro tipologías para los
mismos. Por enumerarlos en orden de importancia (que no es el mismo en el que
aparecen en el texto), en primer lugar se encuentran los “Yacimientos
paleontológicos” que ya se encuentran protegidos al amparo de la Ley 3/1999 del
Patrimonio Cultural Aragonés. Le seguirían a continuación las “Áreas de Interés
Geológico” que son aquellos lugares que, sin ser yacimientos paleontológicos,
tienen una extensión superior a 50 Ha. Los “Puntos de Interés Geológico” son
aquellos cuya superficie es igual o inferior a las 50 Ha. Finalmente, se
regulan los “Itinerarios, puntos de observación y otros espacios de
reconocimiento geológico” que, siendo lugares de interés, no son susceptibles
de ser protegidos con la misma intensidad que las otras categorías.
El
Decreto incluye varios anexos en los que se relacionan 150 “Puntos de Interés
Geológico”, 94 Áreas, 24 yacimientos paleontológicos y 162 lugares incluidos en
la última categoría, la de itinerarios y puntos de observación.
Al
dar cuenta de este importante instrumento para la protección de nuestro
patrimonio geológico, hemos querido dar a conocer los lugares que, ubicados en
nuestro entorno, han sido incluidos en el catálogo. Para ello, los
relacionamos, tal como aparecen, con el plano de situación del propio Decreto y
algunas imágenes de nuestro archivo o tomadas de Internet, aunque merecería la
pena dedicar un artículo específico a cada uno de ellos.
Puntos
de Interés Geológico
El
primero de los incluidos, y con el número 60, es el pozo de los Aines de Grisel,
en la comarca de Tarazona y el Moncayo, bien conocido por nuestros lectores ya
que le dedicamos un artículo el pasado mes de julio, en este mismo blog.
Con
el número 61 figuran las peñas de
Herrera, en Talamantes, que a su interés geológico unen el histórico ya que
en ellas se asentaban los castillos de Ferrera y Ferrellón, de los que aún
quedan testimonios arqueológicos, que defendían la frontera frente a Castilla.
Sigue
a continuación el sorprendente manantial
de Pozuelo de Aragón, al que también hemos dedicado especial atención y
sobre el que, recientemente, se interesó un medio de comunicación para grabar
allí un reportaje.
Los
“montículos de caliza microkasrtificada
de Maleján”, enclavados en el término municipal de Borja, son menos conocidos y, desde luego, pocos se han percatado
de la importancia que revisten para merecer ser incluidos en este inventario.
Y el
último lugar de nuestra comarca que figura en el catálogo son las lagunas de los Plantados, situadas en
los términos municipales de Bisimbre
y Agón. Esta última más visible, por
encontrarse junto a la N-122.
www.espeleozaragoza.com
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Ya
en la comarca del Aranda y en el término municipal de Calcena, se encuentra el lugar reseñado con el número 72, la “Cueva Hermosa”, en la que destaca la
llamada “muralla china” una espectacular pared formada por precipitaciones de
calcita.
En
el término municipal de Purujosa se
encuentra la “Cueva de los Rincones”
que, a su belleza natural, une su importancia paleontológica. En el año 2011
publicamos un artículo comentando las excavaciones que iban a llevarse a cabo allí,
donde en el pasado se habían encontrado restos fósiles de finales del
Cuaternario.
hdavidmalabarista.blogspot.com
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También
en Purujosa se encuentra el barranco de Valcongosto, incluido con
el número 74 de la relación. A través del croquis que reproducimos, hemos
sabido que allí se encuentra el conocido como “Estrecho de Gibraltar”, zona a
la que corresponde la imagen que hemos tomado del blog al que hacemos
referencia.
Áreas de Interés
Geológico
Dentro
de esta otra clasificación aparecen los circos
glaciares del Moncayo, en los términos municipales de Tarazona y Añón, de los
que recientemente publicamos algunas imágenes, con motivo de la ascensión
efectuada por entusiastas miembros de la cofradía de San Bartolomé.
Finalmente,
con el número 71 se han incluido las “Peñas
Albas y minas abandonadas de Valdeplata”, en el término municipal de Calcena.
En
el apartado de yacimientos paleontológicos no se ha incluido ninguno de nuestra
zona, a pesar de que aquí hemos comentado la importancia del ubicado en una
comarca vecina, en el que se han realizado varias campañas de excavaciones.
Ya
dentro de apartado de “Itinerarios, puntos de observación y otros espacios
geológicos de reconocimiento geológico” figura la Muela de Borja, con referencia expresa a la “serie miocena de Los Traches (en realidad los Iraches), Matamala y
Arbolitas”. También se ha incluido la “serie
del Cámbrico de Purujosa”. El primero está relacionado con el número 57 y
el segundo con el 59. Nos ha llamado poderosamente la atención los números 69 y
70 que figuran en el catálogo con la palabra “Confidencial” como única
referencia. Debe ser algo parecido a los cardenales “in pectore” que crean los
Pontífices sin revelar su identidad, para no comprometer su seguridad o por
otras graves razones. Ello parece entrar en contradicción con lo que se indica
en el artículo 1 del Decreto, donde se afirma que el Catálogo es un “registro
público de carácter administrativo”, pero motivos tendrá el Gobierno de Aragón
para usar este sorprendente apelativo que podría servir para la realización de
otro inventario de yacimientos arqueológicos, de los que al número
correspondiente a cada uno de ellos, le seguiría únicamente las palabras “CONFIDENCIAL”,
“SECRETO”, “MÁXIMO SECRETO” o “COSMIC” que en la terminología de una conocida
organización internacional se aplicaría, en este último caso, a aquellos
yacimientos cuyo conocimiento entrañase un riesgo mortal para quienes llegaran
a tener conocimiento de la excepcional importancia de sus arcanos misterios.
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