Hemos
incorporado al archivo de nuestro Centro una acción de la “Société Miniére de
Moncayo”, con todos sus cupones. Esta sociedad, constituida en Bruselas el 22
de mayo de 1899, tenía por objeto la construcción de un ferrocarril que, partiendo
de Ólvega, enlazaba en Castejón con la línea a Bilbao.
Era
un ferrocarril de vía estrecha con un trazado de 67 km, por el que se pretendía
transportar el mineral extraído en Ólvega y otros lugares del Moncayo. La
explotación de los yacimientos de Ólvega y Borobia había sido obtenida por la
denominada “Compagnie Industrielle pour l’Espagne”, también de capital belga y
para la construcción del ferrocarril aportaron sus derechos, de manera que la “Societé
Minière” fue de hecho una sociedad instrumental.
En
el reverso de la acción se detallan las minas que aporta que, en concreto, son las
denominadas Valleriénne, Castillo, Alice,
Flore, Espérance y Fernando, en Ólvega; Los Pozos, en Borobia; Rita,
Rita Ampliación y Adrián, en Beratón; Corral Nuevo, Corral Nuevo Ampliación y La Punta Negrilla,
en Ágreda; y San José y 2ª Ampliación de Fernando, en Noviercas, todas ellas en
la provincia de Soria. Además, la mina de Poner, en la de Zaragoza que, en
aquellos momentos pertenecía al Partido Judicial de Borja.
Sobre
este ferrocarril hay publicado un libro de José Enrique González Moreno, en el
que se hace referencia a la mina Petra III de Ólvega que fue adquirida por la
compañía y se convirtió en uno de sus principales activos.
Las
obras del ferrocarril se iniciaron en noviembre de 1899, según el proyecto
elaborado por el ingeniero D. Joaquín González Estefani, pero inicialmente sólo
se construyeron los primeros 50 kilómetros, ya que los problemas fueron
constantes y dieron lugar a numerosos problemas ante los tribunales, tanto a la
hora de construirlo como durante su explotación posterior. Es imposible
detallar todo lo ocurrido que, por otra parte, aparece reflejado en la obra
citada, pero en un determinado momento fue la empresa alemana Krupp la que
aportó el capital necesario para que continuara funcionando, ya que de esas
minas obtenía el mineral para la fabricación de armamento y otros productos.
Sin embargo, su vida fue efímera, probablemente la más corta de todos los ferrocarriles
españoles.
No
obstante, las minas continuaron en funcionamiento y el mineral era transportado
por RENFE, tras reconvertir al ancho ibérico el tramo entre Castejón y
Cintruénigo, para conducirlo a Pasajes y, más tarde, a los Altos Hornos del
Mediterráneo en Sagunto. La línea se cerró el 2 de diciembre de 1996.
Las
antiguas explotaciones mineras del Moncayo, que llegamos a conocer en
funcionamiento, quedaron olvidadas y este es el aspecto que ofrece la
importante mina “Petra III” de Ólvega, desde la que se llegó a construir un
pequeño ramal, por el que los vagones discurrían mediante tracción animal,
hasta la mina Valerienne, donde pasaban a otro de unos seis kilómetros que llegaba
a la estación de Ólvega.
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