En
la calle de del Rosario de Mallén existe una pequeña hornacina, protegida por
un marco de madera, con cristal, donde se veneraba a una imagen de la Virgen
del Rosario, que da nombre a esa vía pública, documentado ya a comienzos del
siglo XIX, aunque en esa localidad existe una cofradía bajo el patronazgo de
esa advocación mariana desde 1704.
No
es la única hornacina que hay en las calles de Mallén, pero la de la Virgen del
Rosario tiene un significado especial ya que, desde ese punto, parten las
auroras que tradicionalmente se cantan en el amanecer de determinadas
festividades. Concretamente, la de San Blas, el día 3 de febrero; la de San
Pascual Bailón, el 17 de mayo; y la de la Inmaculada, el 8 de diciembre. Fue
precisamente, tras la celebración de esta última, cuando se produzco el
atentado del que hemos tenido noticia ahora.
El
propietario de la vivienda donde está ubicada la hornacina, molesto por el
canto que acababan de entonar al pie de la misma, arrojó la imagen de la Virgen
a la calle, rompiendo el cristal de la
hornacina y, por supuesto, la imagen y el fanal que la protegía.
Posteriormente,
tapó el vano con un cartón en el que dibujó un remedo de lo que parece ser la
bandera de una comunidad autónoma cercana. El hecho ha suscitado la lógica
repulsa y algunas personas han iniciado una recogida de firmas para que el Ayuntamiento
de Mallén reponga la imagen en el lugar tradicional que, por otra parte, estaba
iluminado por una lámpara conectada al alumbrado público.
Hemos
calificado el hecho como atentado al Patrimonio Cultural Inmaterial, por su
relación con las tradicionales auroras. Podría alegarse que también se ha
destruido un bien material e, incluso, su carácter sacrílego. En nuestra
opinión, las causas de lo ocurrido hay que situarlas dentro de las alteraciones
de la conducta, propias de determinada patología que, sin embargo, tienen una
repercusión social o afectan a elementos del Patrimonio, por lo que siempre son
reprobables y susceptibles de una adecuada vigilancia para evitar su
repetición.
¡Qué pena que ocurran cosas así! ¡Cuánta intolerancia agresiva!
ResponderEliminarEn fin... muchas gracias por todas vuestras publicaciones, de las que aprendo tanto.
Feliz Navidad y feliz año.
Saludos cordiales.