La
iglesia parroquial de San Lorenzo de Magallón vivió en la tarde de ayer una
hermosa celebración que, a pesar de tener lugar en el IV Domingo de Adviento,
era ya un preludio de la próxima Navidad.
Los
actos dieron comienzo con una visita guiada por D. José Ignacio Sauca Modrego
por los distintos espacios de este bellísimo templo que está a la espera de que
su calidad artística, pues se trata de una hermosa iglesia renacentista de
planta de salón, reciba el rcconocimiento que merece mediante su declaración
como Bien de Interés Cultural.
En
el coro, ubicado en el ábside de la antigua iglesia medieval, se había
instalado una pequeña exposición de pintura, teniendo como motivo la
característica visión de la villa en torno al cerro que corona la iglesia.
También
había unos paneles explicativos de las distintas fases constructiva de la
actual que, como conocen nuestros lectores, formó parte de uno de los dos
castillo que hubo en ese lugar.
En
el coro, ubicado en el ábside de la antigua iglesia medieval, se había
instalado una pequeña exposición de pintura, teniendo como motivo la
característica visión de la villa en torno al cerro que corona la iglesia.
También
había unos paneles explicativos de las distintas fases constructiva de la
actual que, como conocen nuestros lectores, formó parte de uno de los dos
castillo que hubo en ese lugar.
Después,
con la nave del templo a oscuras, hizo su entrada la “luz de Belén”
transportada por la joven scout Isabel Sauca, que la depositó a los pies del
Niño instalado en el presbiterio.
José
Ignacio Frauca explicó el origen de esta tradición que surgió en el Movimiento
Scout para difundirse por numerosos lugares y que este año ha llegado a
Magallón desde Teruel. También se proyectaron unas películas, resaltando el
sentido de Paz que quiere transmitir en un mundo convulsionado por diferentes
conflictos.
La
Eucaristía estuvo presidida por el párroco de Magallón, P. Hernán Suchite, y en
ella participaron con sus cantos y bailes los niños del coro parroquial, bajo
la dirección de Ángel Alberto Adell Frago.
Las
numerosas personas congregadas en el templo también pudieron disfrutar de un
magnífico concierto en el que Rubén Navarro, al saxofón, y Antonio Sánchez, al
piano, interpretaron una selección de obras renacentistas y barrocas, junto con
populares villancicos, como comentaron al inicio de su actuación.
Después,
tras besar la imagen del Niño Jesús, cada uno de los presentes encendió la
lámpara que había traído de su casa, donde la luz llegada de Belén los
iluminará durante las próximas celebraciones navideñas.
Fue
un hermoso y entrañable acto, muy bien organizado por la parroquia y las
personas que desinteresadamente han colaborado en su preparación, que culminó
con una copa de moscatel y pastas en la sacristía.
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