jueves, 10 de diciembre de 2015

Visita al belén de Gallur



      Ayer nos desplazamos a Gallur para visitar el magnífico belén instalado en la Sala de Exposiciones “Bodega del Canal”. Se trata de una instalación de 120 metros cuadrados en el interior de un edificio histórico que merece la pena conocer. 




            El belén es, en gran medida, fruto del tesón y el entusiasmo de D. Ángel Vidal Sevil, nacido en Gallur el 6 de octubre de 1944, quien desde los siete años viene creando belenes. Poco a poco, las dimensiones de sus obras fueron creciendo y, desde hace once años, instala este belén monumental en la sala de exposiciones citada. Este año  ha contado con la ayuda de D. Martín Andrés Chicapar que aparece en la fotografía superior, a la izquierda de la imagen, con D. Ángel a la derecha. También han colaborado D. Armando Arcega Pardo y D. Miguel Agoíz Gómez; este último encargado de  la restauración de figuras. 




            Son figuras de grandes proporciones, realizadas en pasta de madera y con más de 100 años de antigüedad. Las más de 200 figuras son propiedad de Ángel y muchas de ellas fueron adquiridas por su padre. 




            Este año la novedad ha estado constituida por la incorporación de los edificios más característicos de Gallur, todos ellos fabricados por el propio Ángel. En el centro del belén aparecen las escaleras de acceso a la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol que aparece al fondo. Entre los edificios de la plaza puede verse el antiguo palacio de los Blancas. No falta en uno de los extremos la antigua azucarera y alguna de las casas más características de la localidad. 




            En el río que no puede faltar en todo belén ha tendido el puente de hierro que, en Gallur, cruza el Ebro. Junto a él hay otros muchos detalles que enriquecen un conjunto en el que destaca la variedad de perspectivas y el realismo de que está dotado. Todo ello acompañado de un espectacular juego de luces que reproduce el paso del día a la noche con las casas iluminándose al anochecer. Lamentablemente, no pudimos ver en funcionamiento todo este ingenioso sistema, a causa de un inoportuno corte del suministro eléctrico.



            Volveremos de nuevo y recomendamos a todos nuestros lectores que se acerquen a Gallur para contemplar esta maravilla que está abierta todos los días de 6 a 8 de la tarde y, además, los festivos de 12,30 a 13,30 de la mañana. 

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