En
nuestro deseo de reunir la producción intelectual de todas las personas nacidas
en nuestra ciudad y otras localidades de la zona, mantenemos una búsqueda
permanente de libros y revistas en los que se refleja. Ahora, acabamos de
conseguir un ejemplar de la revista Nuestro
tiempo, editada por lo que entonces se denominaba “Estudio General de
Navarra”, en el que aparece un trabajo de D. Luis María Garrido Arilla
(1930-2009), nacido en Borja el 18 de enero de 1930 e hijo de notario D.
Rosendo Garrido.
Fechado
en 1960, el artículo lleva por título “Formación del científico” y, en sus 17
páginas, el autor analiza el proceso de formación de quienes dedican su
actividad al servicio de la Ciencia. En su opinión, la Ciencia no es una
acumulación de conocimientos y, por lo tanto, no ha de buscarse una
estructuración mental enciclopédica, sino que ha de basarse en un “instinto”
que le capacite para crear, aunque con el apoyo de la información que, como
bagaje indispensable, le ha de permitir avanzar en su misión.
Detalla,
seguidamente, las virtudes indispensables que han de adornar al científico:
Intuición, lógica, genio, trabajo, audacia y especialización, junto a las
cuales juega un papel decisivo la labor del profesor y sus métodos de
enseñanza, para lograr que sus alumnos “gusten la asignatura” y, cultivándola,
puedan llegar a superar a su propio profesor.
Luis
María Garrido era en esos momentos miembro numerario del Opus Dei, aunque en
1970, lo abandonó para casarse con Helge Ostermann, con quien tuvo un hijo y
una hija, ambos ingenieros de Telecomunicaciones.
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