El
próximo día 28 de febrero se cumplen 200 años del nacimiento en Tauste del
general D. Jaime Rudesindo Ortega y Olleta. Aunque haremos referencia a él, en
las efemérides de esa fecha, queremos destacarlo con la suficiente antelación,
dado que sería conveniente recordar el II Centenario de este destacado
personaje, especialmente vinculado a Gallur e incluso a Borja.
Porque,
aunque natural de Tauste, donde por otra parte reposan sus restos, la familia
Ortega era de Gallur y en esta localidad se conserva su palacio, ahora
restaurado, en cuya fachada figuran las armas de los Ortega.
Hemos
aludido a Borja, dado que en su azarosa vida aparece una mujer, de singular
belleza, con la que mantuvo una especial relación, posiblemente iniciada
durante la época en la que ambos coincidieron en París. Se trata de la II
marquesa de González de Castejón, Dª Teresa González de Castejón y Arnedo, a la
que algunos autores señalan como la misteriosa dama que le visitó en la noche
que precedió a su fusilamiento, en el castillo de Tortosa, y la que le entregó el
pañuelo que se conservaba en Tauste.
A los
datos de su biografía haremos referencia en otro momento, pero queremos
recordar hoy que Jaime Ortega fue un brillante militar que, durante la I Guerra
Carlista, fue recompensado con tres cruces de San Fernando por su heroico
comportamiento, algo verdaderamente insólito, así como el ascenso a comandante,
por méritos de guerra a los 22 años. A los 26 años era coronel y a los 30
Mariscal de Campo. Capitán General de Canarias y luego de Baleares, su
trayectoria experimentó un inexplicable cambio cuando, desde su fidelidad a
Isabel II, protagonizó un golpe militar a favor del pretendiente carlista. Tras
desembarcar en San Carlos de la Rápita, al frente de 4.000 soldados, fue
capturado en Calanda y condenado por un Consejo de Guerra sumarísimo, fusilado
el 18 de abril de 1860.
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