No fue
hasta la década de los años 60 del pasado siglo cuando, durante el mandato de
D. Vicente Compans Manero, cuando se instaló la red de abastecimiento de agua y
la de saneamiento en Borja, claro ejemplo del atraso en que se encontraba buena
parte de Aragón, siendo la epidemia de cólera que se inició en la ribera del
Jalón en 1971, lo que hizo saltar las alarmas, provocando el que se iniciaran
obras similares en otros muchos municipios.
Borja
dispuso, por fin, de la ansiada “agua corriente” en las casas, pudiendo
prescindir del suministro de agua “para boca” de las fuentes públicas que, sin
ningún tipo de tratamiento previo ocasionaba periódicos brotes de
gastroenteritis y la presencia endémica de fiebres tifoideas.
Pero, al abrir las
zanjas para colocar las cañerías, quedó destrozado el pavimento de canto rodado
que había en la mayor parte de las calles borjanas que, durante varios años,
quedaron en el estado que muestran estas imágenes. No son las peores, pues hubo
otras que se convertían en auténticos barrizales en caso de lluvia.
La
pavimentación se llevó a cabo en una etapa posterior, siendo Alcalde D. Juan
María de Ojeda. Fue una obra de gran envergadura que, en parte, ha llegado
hasta nuestros días. En esta otra fotografía puede verse el desarrollo de los
trabajos en las plazas de Santa María y de Ntra. Sra. de la Peana. Las indudables
molestias que, por una y otra causa, se prolongaron en el tiempo, se vieron
compensadas por las ventajas del suministro y el estado final en que quedaron
las calles de la población.
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