Hemos
conseguido un modesto impreso propagandístico de la vacuna contra la viruela,
remitido desde La Coruña, al médico de Borja D. Gerardo López Larraya que para
nosotros reviste indudable interés, por la personalidad de este facultativo
borjano, por la posibilidad de recordar la importancia que nuestra ciudad tuvo
en la introducción de la vacuna en Aragón y también por la sorpresa de que un
mero prospecto como el que estamos comentando, cuyo destino final fue Borja,
haya terminado siendo ofertado en la red.
Aunque
ya lo dimos a conocer en un artículo firmado por el historiador D. David Ferrer
Gómez, conviene resaltar que la primera experiencia de vacunación anticolérica
en Aragón tuvo lugar en Borja. Así lo afirmaba el cirujano D. Joaquín Mendiri
en una reseña, fechada el 24 de octubre de 1802, publicada en la Gazeta de Madrid el 8 de noviembre de
ese año, en la que señalaba que había inoculado a más de doscientas personas en
nuestra ciudad, con rotundo éxito.
En
cierto modo, la crónica hacía referencia a otra publicada el 27 de abril del
mismo año de 1802, dando cuenta que el cirujano titular de Agón D. Vicente Ximénez
del Río había inoculado la vacuna en 170 personas de ambos sexos de dicho
lugar.
Ambas
noticias son complementarias y vienen a poner de manifiesto el carácter
precursor de nuestra zona en la introducción de un método que salvó muchas
vidas.
Cuando
llegó aquí el folleto que ha dado origen a este comentario, la vacunación
estaba ya mucho más extendida, pero el nombre de D. Gerardo López Larraya nos
evoca otra epidemia padecida en aquellos momentos, la del cólera.
El Dr.
López Larraya había nacido en Borja, siendo bautizado en Santa María el 30 de
octubre de 1840. Como señalamos en la efemérides de ese día, era hijo de D.
Manuel Hermenegildo López, natural de Zaragoza, y de la borjana Dª. Andresa
María Larraya. Cursó la carrera de Medicina en la facultad de Zaragoza y
ejerció la profesión como Médico Titular de Borja durante toda su vida,
destacando por su preparación científica.
En 1873 optó a una plaza
en la que entonces se denominaba “Academia de Medicina de Aragón”, presentando
un trabajo titulado Topografía médica de la ciudad de Borja, sobre el que la
comisión encargada de su evaluación, emitió el correspondiente informe, en
virtud del cual, en sesión de 20 de abril de ese año, fue nombrado miembro de
la corporación.
Fue Alcalde de la
ciudad entre el 1 de enero de 1894 y el 1 de julio de 1895 y posteriormente
Diputado Provincial, lo que se hizo constar en la lápida de su sepultura en el
cementerio de Borja donde reposan sus restos, tras su fallecimiento el 26 de
agosto de 1904.
Pero su recuerdo
permanece asociado al de la epidemia de cólera de 1885, en la que su intervención,
junto con la de los otros médicos de la ciudad y el alcalde, fue decisiva para
paliar las consecuencias de la misma. El Alcalde era D. Tomás Sánchez Saldaña y
los otros facultativos D. Leoncio Pascual de Vargas y D. León Guallart Torres.
Las medidas adoptadas y mantenidas, a pesar de la oposición de algunos sectores
locales e incluso de las autoridades provinciales, reacias al establecimiento
de un cordón sanitario y un lazareto en Misericordia, hicieron posible que el
número de afectados fuera de 61, con 31 fallecimientos, lo que contrasta de
manera evidente con las 306 defunciones que había provocado el brote epidémico
de 1874.
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