En el
transcurso de las investigaciones que D. Guillermo Carranza está llevando a
cabo para la preparación del segundo volumen de la serie sobre el Patrimonio
Hidráulico de la comarca, pudo conocer la existencia de un libro, conservado en
un domicilio particular que, en principio, parecía tener relación con asuntos
de riegos, lo que provocó su interés por consultarlo.
Gracias
a las facilidades dadas por la persona que lo tenía en su poder, pudimos
percatarnos inmediatamente que nos encontrábamos ante uno de los hallazgos más
interesantes de los últimos tiempos, pues se traba del Libro Lucero del
municipio.
Se
trata de un volumen, encuadernado en pergamino con unas 500 páginas, no todas
ellas escritas, en el que se transcribieron los datos de interés para el normal
funcionamiento del municipio. No son muchos los libros de este tipo
conservados. Hace años conseguimos localizar los dos Libros Lucero de Borja,
que se consideraban perdidos, pero la sorpresa ha sido encontrar ahora uno de
esas características en Bulbuente, con lo que ello significa para la historia
de la localidad y como testimonio documental de primer orden.
El
libro fue realizado por D. Miguel Antonio Poyanos, notario de la ciudad de
Borja, con intervención de mosén Domingo Martínez, “Vicario perpetuo del dicho
lugar de Bulbuente”. Está datado a comienzos del siglo XVII, una época
especialmente significativa, dado que tras la expulsión de los moriscos que,
hasta 1610, constituían el grupo más numeroso de esa localidad, fue preciso redefinir
las relaciones con el monasterio de Veruela, a quien pertenecía.
La
denominación que se le da es la “Rúbrica y libro del lugar de Bulbuente”, donde
se encuentran transcritas desde la carta puebla y las primeras ordinaciones,
hasta los censales que paga, así como las sentencias arbitrales y compromisos
que le afectan en su relación tanto con Veruela, como con otras poblaciones del
entorno. Muy interesantes son también las conducciones y contratos efectuados
tanto para la asistencia médica como para el arrendamiento de diversos
establecimientos, dedicando especial atención a todo lo relacionado con riegos.
El
libro está indexado, comenzando con el “acto de puebla” o carta de población
otorgado por el abad de Veruela a los nuevos pobladores el 27 de mayo de 1613.
El
estado de conservación es en general bueno, salvo las primeras páginas que
reproducimos, por lo que sería conveniente proceder a su restauración. Teniendo
en cuenta que, en estos momentos, lo que puede efectuarse a través de la Excma.
Diputación Provincial de Zaragoza y, en cualquier caso, el libro debe pasar a
formar parte del Archivo Municipal, al tratarse uno de los bienes más
relevantes de su patrimonio cultural. Por otra parte, merecería la pena la
transcripción y publicación del mismo, así como los de Borja, tarea que
queremos acometer próximamente.
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