El 11
de diciembre de 1817 el corregidor de Borja dictó sentencia favorable a fray Manuel Pablo del Espiritu Santo,
frente a las pretensiones de los miembros de la cofradía del Rosario de Albeta,
en el contencioso que les enfrentaba. Fray Manuel era un religioso agustino que
vivió la última etapa del convento que la orden tenía en Borja. Clausurado por
los franceses que ocupaban nuestra ciudad, fue nombrado párroco de la iglesia de
Albeta que, en aquellos momentos, era un barrio de Borja, bajo el señorío
temporal de los condes de Cervellón y de Fuenclara. Debió acostumbrarse a su
nuevo cometido ya que, cuando tras la marcha de los franceses, se intentó
restablecer la situación anterior, fray Manuel se negó a vestir el hábito de su
orden, continuando haciendo uso del traje de los sacerdotes seculares. En esa
ápoca, los miembros de la cofradía del Rosario celebraban sus juntas en la
iglesia, lo que gustaba al párroco porque “se suscitaban cuestiones poco
decorosas y se proferían palabras indecentes”. Por ese motivo decidió construir
un edificio adosado al templo, contando con la aquiescencia de los cofrades
que, sin embargo, cuando estuvo terminado se negaron a utilizar la nueva casa
para sus reuniones y no hicieron efectivas las cantidades comprometidas para su
edificación que fray Manuel había adelantado de su peculio para que pudieran
finalizar los trabajos. En su sentencia, el corregidor obligó a la cofradía a
abonar los 1.857 reales de vellón y 6 maravedíes, suma de la cantidad
reclamada. Ese edificio fue el que, posteriormente, se destinó a Casa
Consistorial, tras la constitución del municipio, siendo reemplazado por la
actual sede de la corporación municipal.
El 11
de diciembre de 1944 falleció en Calcena Manuel
Ruiz Córdova. En nuestro Diccionario
Biográfico hicimos referencia a él diciendo que era natural de esa
localidad, a partir de los datos que un descendiente suyo había publicado en El Eco del Isuela. Sin embargo, con
posterioridad hemos sabido que había nacido el 1 de enero de 1877 en Fuentestrún (Soria), siendo hijo de Nicolás Ruiz Vallejo y Antonia Córdoba
Barranco. Fue uno de los muchos jóvenes españoles movilizados con motivo de las
últimas campañas coloniales. El 3 de diciembre de 1896 llegó a Manila, a bordo
del Alfonso XIII, integrándose en la
7ª compañía del regimiento de Cazadores Expedicionarios nº 2, con la que
participó en diversos enfrentamientos armados, entre ellos el mantenido con los
insurrectos el 6 de agosto de 1897 por el control del puente de Calabuig,
siendo ascendido a cabo. La actuación del cabo Ruiz Córdova mereció ser destacada
en la obra Héroes de Filipinas que
escribieron Susana March y Ricardo Fernández de Córdoba, en la que se hacen eco
del comportamiento del joven, defendiendo con sólo seis soldados la
estación de cable de Bolinao, durante seis días, ante fuerzas atacantes muy
superiores. Capturado por los filipinos permaneció prisionero hasta finales de
1899, regresando a la península el 16 de enero de 1900, a bordo del vapor León XIII, que llegó al puerto de
Barcelona. Se estableció en Calcena, localidad en la que contrajo matrimonio y
se dedicó a las labores agrícolas, hasta su muerte, acaecida a consecuencia de
las complicaciones derivadas de una pequeña herida en el pie que se produjo
mientras labraba.
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