sábado, 12 de mayo de 2018

Completando la colección de obras de García Bacca XXXVII


         Seguimos reseñando las obras que se van incorporando al fondo bibliográfico sobre Juan David García Bacca. Ayer nos llegó el nº 13 de Dianoia. Anuario de Filosofía, correspondientes al año 1967, publicado por el Fondo de Cultura Económica en México.

         Incluye un largo artículo de García Bacca, titulado “Modelo de reinterpretación subjetivista del universo. Renato Descartes (1596-1650)” que constituía un anticipo de la obra Historia de la Filosofía, publicada poco después.




         En el nº 21 de la misma revista, aparecido en 1975, se incluye un artículo de José Gaos dedicado a “La metafísica de J. D. García Bacca”. Cuando se publicó la obra de García Bacca Metafísica natural estabilizada y problemática metafísica espontánea, el Dr. Gaos envió a su amigo unas notas que iban a servir para el comentario que, sobre dicho libro, pretendía dar a conocer en Dianoia. No llegó a terminarlo, pero García Bacca, al cabo del tiempo, las remitió a la revista, dando origen a este artículo que comentamos, el cual no fue revisado por Gaos, que ya había fallecido.



         También recibimos ayer el volumen III de la obra Hombres y documentos de la Filosofía Española, de Gonzalo Díaz Díaz, que el Centro de Estudios Históricos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas publicó en 1988.

         Configurada como un diccionario, este volumen comprende las letras E-G y, por lo tanto, incluye la reseña biográfica de García Bacca, sobre el que destaca su ascendencia aragonesa y cita expresamente a Borja, como lugar de residencia familiar, donde murió su padre (también su madre). Incluye asimismo una amplia bibliografía del autor y de estudios relacionados con su obra.




         Finalmente, hemos recibido el nº 417 de la revista El Ciervo, de noviembre de 1985. En ese número dedicado a “La Iglesia católica, entre el carisma y el poder”, apareció un artículo de Antonio Jutglar sobre “El filósofo García Bacca”, del que afirma que cuando ya había traspasado un hito tan venerable de la ancianidad como son los ochenta años, el mundo público y cultural español comenzó a “descubrir” a uno de los más ilustres, importantes y sólidos intelectuales y científicos de España.

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