El 6
de febrero de 2015 dimos noticia en este blog de un joven investigador, con el
que habíamos coincidido en la presentación de uno de los números de la revista Aragón Turístico y Monumental. Aunque estuvimos
sentados al lado y nos llamó la atención su brillante intervención sobre el
artículo que, con otros compañeros, se publicaba en la revista, no sabíamos
entonces que era hijo del borjano D. Luis Sancho Pardo.
Se trataba del Dr. D. Domingo Sancho Knapik, ingeniero
forestal y Premio Extraordinario del Doctorado con su tesis sobre "Exploring
new non-destructive techniques for the study of leaf water status: air-coupled
broadband ultrasonic spectroscopy and microwave L-band".
Trabaja en la Unidad de
Recursos Forestales del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de
Aragón (CITA), colaborando en un proyecto internacional liderado por la
Universidad de Concepción en Chile y en el que también participa la Universidad
de les Illes Balears, sobre el "Efecto del calentamiento sobre las
propiedades hidráulicas de plantas antárticas".
Como
nos acaba de comunicar su madre Dª. Marie Knapik, en el marco de este proyecto,
financiado por el gobierno chileno, el Dr. D. Domingo Sancho se desplazó este
año hasta la base de Punta Arenas, donde tiene su comandancia la Tercera Zona Naval
de Chile, de la que depende la parte de la Antártida en la que se encuentran la
Capitanía de Puerto Bahía Fiddes y la de Puerto Bahía Paraíso.
Allí
embarcó en el AP-41 Aquiles, de la
Armada chilena, un buque de 4.760 toneladas de desplazamiento; 103 metros de
eslora y 17 de manga, que entró en servicio en 1988, como transporte, a bordo
del cual llegó a tierras antárticas.
En
compañía de otros investigadores chilenos, italianos y polacos, investigó sobre
el efecto del calentamiento en dos especies herbáceas propias de la zona, Colobanthus quitensis y Deschampsia antarctica, con el
inesperado resultado de que el aumento de la temperatura provoca la
multiplicación de las poblaciones de las mismas. Como él mismo resaltaba, este
hecho puede ser extrapolable a plantas de características similares que existen
en praderas de las montañas aragonesas, como el Moncayo.
Queremos recordar que
las bases antárticas chilenas se encuentran relativamente próximas a las
españolas y en un sector que, dentro del complejo equilibrio existente en ese
continente, es reclamado por el Reino Unido y sobre cuya soberanía Chile no
alberga dudas de que le corresponde en la zona delimitada por ese ángulo que
aparece en el último mapa.
Aunque esta cuestión merecería
un comentario mucho más extenso, dado las implicaciones futuras que tendrá y a
la que está unida la presencia española en la Antártida, lo que hoy hemos
querido resaltar es la trayectoria de un joven doctor de ascendencia borjana
que sigue deparándonos continuas satisfacciones. Para los que quieran conocer
más detalles sobre su estancia en aquellas lejanas tierras ofrecemos este
enlace.
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