Juan
Manuel Serrano Lacaba es una persona que compendia muchos saberes, pues aunque
historiador de formación, es un gran amante de la Naturaleza y buen conocedor
de toda nuestra comarca.
Nos
acaba de remitir las imágenes de esta piedra encontrada en una veta de Borja.
Para muchos de nosotros es una roca más o menos curiosa, que probablemente
hubiéramos arrojado al borde del camino.
Pero
la vocación de investigador de Juan Manuel le llevó a experimentar con ella,
introduciendo unos fragmentos de la roca en unos botes con agua, comprobando
que flotaban.
Al cabo de un rato, la
piedra empieza a desintegrarse y hundirse, aunque algunas partes de la misma
permanecen a flote, como puede verse en esta fotografía.
El
barro hundido y el flotante los comprimió y puso al fuego, dando como resultado
esta masa compacta y resistente capaz de ser sometido a presión sin deformarse.
En su
opinión se trata de sepiolita un filosilicato perteneciente a la familia de las
arcillas, de baja densidad, aunque para asegurarse planteó esta cuestión a
especialistas en la materia, sin haber obtenido respuesta por el momento.
Sin
embargo, en la obra La Minería en Aragón,
publicada por el Gobierno de Aragón en 1994, se señala el área de la Muela de
Borja como uno de los lugares en los que existe un nivel de calizas con
intercalaciones arcilloso-margosas de tonalidades grises amarillentas, que
presentan porcentajes interesantes de esmectita, sepiolita e indicios de
paligorskita.
La
mina de sepiolita más importante del mundo es la de Tolsa, en Vicálvaro (Madrid),
y en Aragón destaca la situada en Orera (Zaragoza).
Por sus cualidades, la
sepiolita es utilizada como absorbente industrial, en usos tan variados como la
limpieza de los vertidos en las carreteras, o el más prosaico de los
receptáculos empleados para que los gatos puedan hacer sus necesidades fisiológicas
sin que su olor produzca molestias innecesarias en los domicilios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario