Cuando
ayer comentamos la historia del Rosario de Cristal de Borja, hicimos alusión al
farol de la Salve, uno de los de mayor tamaño que forman parte del mismo. Sin
embargo, no estuvo presente aquel 6 de mayo de 1928, cuando el Rosario desfiló,
por vez primera, por las calles de nuestra ciudad.
El
motivo no es otro, sino el de que todavía no se había construido. El semanario
local Ecos del Moncayo que tan
decisiva participación tuvo en la campaña en favor de la puesta en marcha de
ese importante proyecto, informó el día 26 de mayo de 1928 (por lo tanto
después de la inauguración), del propósito manifestado por D. Francisco Serrano
de regalar el próximo año el farol de la Salve, junto con otros tres
representando el Angelus.
Se
daba la circunstancia de que a D. Francisco Serrano, junto con sus hermanos Dª.
Leoncia, Dª. Simona y D. Juan, les había correspondido el honor de ser
mayordomos de la Virgen en 1929, por lo que quisieron recordar ese hecho con
esa espléndida donación.
Por
otra parte, fue el 6 de mayo de 1928 cuando se colocó la placa que daba el
nombre de “Ntra. Sra. de la Peana” a la plaza hasta entonces conocida como “del
Hospital”. Afortunadamente, se ha conservado la placa original, cosa que no ha
ocurrido con otras placas históricas de nuestra ciudad.
El
acto del descubrimiento tuvo lugar al término de la Misa Solemne y en él
estuvieron presentes el Gobernador Civil D. Juan Cantón Salazar; el Presidente
de la Excma. Diputación Provincial D. Antonio Lasierra Purroy; el Diputado
Provincial D. Patricio López Monguián y el Alcalde de la Ciudad D. Dionisio
Pérez Viana.
El Sr.
Alcalde pronunció unas palabras, dando a conocer el acuerdo de la corporación
municipal, por el que se rendía este homenaje a nuestra Patrona en día tan
señalado y, seguidamente, el Gobernador Civil, descorrió la cortina que cubría
la placa, mientras se daban vivas a la Virgen, al Gobernador y al Alcalde.
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