Ahora
que la ermita de Gañarul vuelve a estar de actualidad, con motivo del próximo
inicio de las obras de restauración que va a llevar a cabo el Gobierno de
Aragón, el Prof. D. Juan Antonio Frago Gracia nos ha recordado un artículo que
publicó, hace ya 38 años, en Analecta
Malacitana, en el que analizaba desde el punto de vista filológico un
pergamino conservado en el Archivo Histórico Municipal de Magallón que, por el
momento, es el documento que conserva la referencia más antigua a Gañarul,
utilizada posteriormente en diversos lugares que tratan sobre la ermita.
Porque
lo cierto es que labor intelectual desarrollada por el Prof. Frago, a lo largo
de toda su vida académica, felizmente continuada tras su jubilación, es
ingente. No es de extrañar, por lo tanto, que en cualquier cuestión relacionada
con la historia de nuestra comarca haya que contar con sus aportaciones que, si
bien se circunscriben al ámbito de su especialidad, ofrecen datos de suma
utilidad para cualquier investigador.
En
este caso, el documento trata sobre la disputa de dominios territoriales entre
Sancho de Antillón y todos los hombres de Magallón sobre los términos de
Gañarul y de Magallón, puesta bajo el juicio de don Fernando, infante y
procurador de Aragón. Y sobre esto el nombrado Fernando juntamente con Pedro
Pérez, Justicia de Aragón, y otros hombres de armas y sabios en derecho fueron
personalmente a aquellos términos sobre los que se disputaba, y don Fernando,
vistas y entendidas las razones de las partes y tenido consejo con don Pedro
Pérez y los demás, decidió poner mugas que delimitaran los términos de Magallón
y de Gañarul, y dispuso que si las ovejas de Sancho de Antillón pasaran a pacer
al término de Magallón, pudieran ser degolladas por los de este pueblo; pero
que los ganados de las dos poblaciones pudieran pastar alternativamente en los
términos de una y otra población, según lo dispuesto en el Fuero de Aragón. Se
reglamentaba también lo concerniente a las propiedades que los de Gañarul
pudieran tener previamente en términos de Magallón, y las que los de este lugar
poseyeran en tierras de Gañarul antes de este reparto.
El
acto legal se hizo en Magallón, el 9 de marzo de la era 1281 (año 1243 de la
era cristiana), actuando como escribano Domingo de Loarre, que lo era de don
Fernando, siendo testigos de la partición los infanzones de Magallón, M.
Jimeno, Pedro Justaz, Juan Amargo, Domingo de Doña Pascua, Domingo de Don
Tomás, Domingo de Justaz, García del Capellán, y en representación de Gañarul, Domingo Pastor, Juan Serrano, Fernando de
Gañarul, Domingo de Egidio, Hamet del Emperador, Abdelá Pasiel y Guinceida. Además,
lo firmaron Pedro Martínez de Agón y García Ortiz de Bisimbre.
Un
dato significativo es que los siete testigos de Magallón eran cristianos,
mientras que entre los de Gañarul había cuatro eran cristianos y tres moros.
Pero, más interesante es el dato de que, en esos momentos, era señor de Gañarul
Sancho de Antillón, perteneciente a una de las más importantes familias del
reino.
No estamos en condiciones de reconstruir
ahora su linaje pero es probable que fuera hijo de Sancho I de Antillón que
murió con el rey Pedro II en la batalla de Muret. Su hijo y sucesor Jaime I el
Conquistador nombró mayordomo a un Sancho de Antillón que se tratara del señor
de Gañarul, descendiente directo del compañero del rey Pedro II.
El cariño que Jaime I
dispensó a la familia no se circunscribió a la persona de su mayordomo, sino
que también mantuvo especiales relaciones con su hija Blanca de Antillón, fruto
de las cuales nació Fernán Sánchez, uno de los numerosos vástagos
extramatrimoniales que tuvo el monarca, a los que procuró dotar convenientemente
y, en concreto creó para Fernán la baronía de Castro. Sería conveniente
estudiar más pormenorizadamente la historia de este antiguo dominio que ahora
forma parte del término municipal de Agón, señorío de los Luna y los Cerdán,
antes de recaer en la casa de los condes de Contamina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario