El
pasado domingo, un apagón que se prolongó durante varias horas dejó sin
suministro eléctrico a toda la isla de Tenerife, afectando a más de un millón
de personas. Quizás, en solidaridad con ellas, la plaza del Mercado de Borja
ha permanecido sin alumbrado durante estos días.
Este
hecho insólito permite retrotraernos a época pasadas en las que para circular
por las calles era preciso dotarse de un farol, aunque en este caso la
iluminación procedente de las calles colindantes alivia la sensación de
inseguridad que sienten algunas personas. Como recreación histórica, el
espectáculo es bonito y, por otra parte, no siempre lo actual es mejor que lo
pasado.
Así
parece demostrarlo la placa de la calle Tejadas, colocada junto a la plaza de
las Canales, dado que la más reciente se ha fracturado, dejando ver bajo ella a
la antigua que, probablemente por encontrarse embutida en el muro, permanece
inalterada. Hay que precisar que ambas fueron realizadas en el taller de Muel
de la Diputación Provincial, sustituyendo a otra histórica que aún se conserva
un poco más abajo. Cuando se reponga podría colocarse encima y así tendríamos
una secuencia arqueológica completa. Lástima que hace años fuera picada la
primitiva placa de “Calle de los Cerezos” que era el nombre de la calle antes
de que fuera dedicada a D. Buenaventura Tejadas, el belicoso vicario de la
parroquia de San Miguel durante la Guerra de la Independencia.
Comoquiera
que en un reciente artículo hicimos alusión a la situación planteada en la
calle Moncayo con una de las vallas instaladas para los espectáculos taurinos,
es justo que demos cuenta que todas ellas fueron retiradas el lunes por la
Brigada Municipal, dejando expedito el acceso a la casa “bloqueada”.
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