Finalizamos la serie dedicada al Patrimonio Cultural
Inmaterial de Agón con esta entrega en la que destacamos algunas de sus
tradiciones más importantes.
Ya destacamos en un artículo anterior la costumbre que había
de bendecir el día de la fiesta de San Blas (3 de febrero) canastillos con pan
dulce y no dulce, cebada en grano, avena y cebada en rama que luego se
distribuían entre las personas y los animales, luego sustituidos por los “rosconcicos
de San Blas”.
El día 29 de abril se celebra la fiesta de San Pedro Mártir,
Patrón de la localidad desde 1643. La forma de llevarla a cabo era descrita en
la consueta de 1878, en la forma siguiente: En la tarde de la víspera se
lanzaban las campanas al vuelo y después se cantaban Completas y la Salve,
seguidas del rezo del Santo Rosario y la novena.
El día 29, comenzaba con el canto de Tercia y luego partía
de la iglesia parroquial la procesión con la imagen del Santo, considerado
protector contra las hernias, por lo que las madres concurrían al paso de la
misma, llevando a los niños enfermos y una vela en la mano. En el transcurso de
la procesión se arrodillaban tres veces, una a la salida de la iglesia, otra en
la placeta y la tercera al retornar al templo. En cada una de esas paradas, se
pasaba la peana del Santo sobre las madres y los hijos arrodillados.
Después, se celebraba una Misa Solemne con sermón y
acompañamiento musical, en la que se daba a venerar la reliquia del Santo,
conservada en un relicario de plata, y se bendecían las llamadas “palomas”,
elaboradas con pan bizcocho.
Al día siguiente, los jóvenes de la localidad, obsequiaban
al Patrón con otra fiesta igual que la anterior que había corrido a cargo del
Ayuntamiento.
En la actualidad, como Fiestas Patronales que son, el Ayuntamiento
programa una serie de actos durante varios días, entre los que destacan la
Solemne Eucaristía del día 29, precedida por una ofrenda de flores.
Especial devoción se ha dispensado en la localidad a San
Gregorio Ostiense, cuya cabeza se venera en un gran santuario próximo a la
localidad de Sorlada (Navarra), y cuyo culto ha gozado de gran tradición en
nuestra comarca, como protector de las cosechas.
Como ya señalamos existe un pilar votivo dedicado a este
Santo, cuyas reliquias pasaron por la localidad, con motivo del viaje efectuado
por sus reliquias, en dirección a Valencia, a raíz de una gran plaga de
langosta acaecida en 1754, durante el reinado de Fernando VI.
Allí se procedía a la bendición de los campos y viñas, el
día 9 de mayo (los términos se bendecían el 3 de mayo, fiesta de la Invención
de la Santa Cruz). En la consueta de 1878, se hace referencia al pasado esplendor
de la fiesta que se celebraba con “hogueras, gaitero y otros festejos”. Para
entonces, todo había quedado reducido a una procesión hasta el pilar, donde
tras efectuar la bendición, se retornaba a la iglesia para celebrar una Misa. Una
tradición de este día es el consumir las “culecas” que, en otras localidades es
propia del día de San Jorge, pero aquí como en Alberite de San Juan, Bisimbre y
Fréscano se lleva a cabo el día de San Gregorio.
El segundo domingo de mayo se realizaba una romería a la
ermita, donde se veneraba la bella imagen medieval de la Virgen de Gañarul.
Cuando la ermita fue abandonada, la imagen fue llevada a la iglesia parroquial,
pero en los últimos años se recuperó la romería, como gesto reivindicativo para
lograr la restauración del templo, que finalmente se consiguió.
Sin embargo, la fiesta litúrgica tiene lugar en la capilla
que, actualmente, tiene dedicada en la parroquia, precedida por la procesión
que recorre las calles de la localidad.
Además, el Ayuntamiento organiza una comida popular en la
plaza que, generalmente, consiste en una gran paella y que suele ir acompañada
por alguna actuación musical.
El 29 de mayo de
1871, padeció Agón una terrorífica inundación ocasionada por una excepcional
crecida del río Huecha. Los daños materiales y personales fueron cuantiosos,
tanto por la devastación de las aguas, como por la epidemia que se desencadenó
después.
Como consecuencia de ello, los vecinos tomaron el acuerdo
unánime de celebrar cada año, en esa misma fecha, una fiesta votada en honor
del llamado Santo Cristo de la Capilla. El autor de la consueta, el párroco D.
Antonio Castán, dejó escrito un relato de lo acaecido ese día. Al describir la
fiesta, que se celebraba con la solemnidad habitual, señala que renunció a
percibir los derechos que le correspondían “en acción de gracias al Señor, que
tuvo a bien el líbrame de tantos peligros en que me encontré en tan terribles
días. No tenemos constancia de esta fiesta se siga celebrando, a pesar de la
obligación que impone un voto perpetuo.
Nos ha resultado llamativo que, en la citada consueta, no se
haga referencia a la fiesta de Ntra.
Sra. de los Ángeles, titular de la parroquia y, en la actualidad, considerada
también Patrona, celebrándose con una serie de actos que, por tener lugar en
agosto, adquieren más relevancia que los de San Pedro Mártir.
Entre ellos, destacan la procesión con la imagen de la
Virgen de la que existe constancia documental a lo largo del siglo XX y la
Solemne Misa que se celebra el 2 de agosto, día de su fiesta litúrgica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario