Singular presentación en la Casa de Aguilar

         La presentación ayer, en la Casa de Aguilar, de la obra Historia de la Humanidad en miniatura. Añón de Moncayo, tuvo un carácter singular por varios motivos. En primer lugar, porque la exposición de su autor D. Carlos Mas Arrondo fue extraordinaria y de gran amenidad. No en vano su condición de veterano docente y de investigador riguroso sirvieron para transmitir el mensaje de un libro que no es una historia más de un pequeño municipio, sino que a través de la realidad del mismo, contextualiza su devenir histórico dentro de un marco mucho más amplio, dada su condición de tierra de frontera y, por lo tanto de paso, que hizo posible la interconexión de ese pequeño microcosmos, con tierras muy alejadas de las procedían los productos necesarios y hacia las que se encaminaban los allí elaborados, como el hierro de su importante ferrería o el carbón elaborado en esos bosques de los que destacó su carácter casi mágico.

         Pero, además, era la primera vez en el que el Concejal y Teniente de Alcalde D. Aitor Tabuenca Lujambio, presidía un acto en nuestro Centro, cosa que agradecimos de manera especial.

         Sin embargo, lo que le confirió un carácter especial fue el hecho de contar con un único asistente, circunstancia que no había ocurrido desde aquella famosa exposición de una lejana edición de Borjazz. Junto con quienes acompañaron al autor, entre los que se encontraba D. Herminio Lafoz, tan recordado en nuestra ciudad donde formó parte del equipo docente de nuestro Instituto, asistió con gran interés a la exposición de D. Carlos Mas, aunque lamentablemente tuvo que salir precipitadamente para hacer acto de presencia en el Teatro Cervantes.

         Como estaba prevista la firma de ejemplares de la obra, al final del acto, fue Dª. Asunción Aperte, encargada de la preparación del aperitivo que servimos, la que se acercó a la mesa, antes de que, de manera familiar, diéramos buena cuenta de las tortillas, empanadas y otros ricos productos dispuestos en la planta inferior de la Casa.

         Fue una lástima que, por el mal tiempo reinante, no acudieran más personas a una presentación que, como hemos comentado, fue sumamente interesante.