Completamos hoy la información remitida por Pedro Domínguez
Barrios sobre ese conjunto de obras hidráulicas existentes entre Alberite de
San Juan y Magallón. Ayer hicimos referencia al molino y esta nueva entrega nos
referiremos a las restantes.
El primero de ellos es el azud de Magallón, uno de los
existentes en el cauce del Huecha, estudiados por Guillermo Carranza en su obra
La Huecha y la Elma. Desde allí parte la acequia del Soto que alimentaba al
molino y la del Plano con la que luego se une la anterior.
La
obra más interesante es esta almenara del siglo XVIII que se encuentra dentro
del término municipal de Magallón. La función de estas construcciones, llamadas
también “casetas de agua” era proteger las tajaderas que servían para orientar
los riegos.
Lamentablemente, su estado de conservación no es bueno,
habiendo perdido parte de su cubierta, por lo que corre el riesgo de desaparecer.
Pedro ha elaborado este bonito plano de la almenara, con su
planta y sección, destacando que el ladrillo utilizado en su construcción es de
idéntico módulo y cocción que el del pilar de La Corona de Magallón, así como
sus características constructivas.
Desde la almenara se regulaba el agua destinada al molino
así como la que iba a unos depósitos, aún existentes, que alimentaban la
llamada “fuente del Niño” de Magallón.
Se conserva también el puente sobre la acequia del molino
que aparece en la primera imagen, pero lo que desapareció fue el lavadero de
Alberite, de mediados del siglo XX, lo que llama la atención dado el interés
que en otras localidades se ha puesto en restaurarlos.
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