El
pasado domingo 10 de noviembre Heraldo de
Aragón publicó un artículo firmado por Elene Pérez Beriain en el que se
afirmaba que Interpol busca 69 obras de arte robadas en Aragón en el último
medio siglo.
En esa
relación de obras que forman parte de la base de datos creada por Interpol en
1995 no figura ninguna de nuestra zona, aunque aquí también se produjeron
robos.
Sin
duda, el más famoso y que más atención suscitó en los medio de comunicación fue
el de la Virgen del Capítulo de Trasobares, Patrona de esa localidad. El robo
de la imagen, junto con un Crucifijo de marfil se produjo en la noche del 26 al
27 de marzo de 1975, siendo párroco de la localidad D. Pascual Tornos que
también lo había sido de Borja.
Tuvieron que transcurrir
20 años para que la Virgen fuera descubierta en el castillo belga de Gabbeck,
formando parte de la colección Van Snelleghem, que iba a ser subastada. Volvió
a Trasobares dos años años después tras un dilatado contencioso y, actualmente,
se venera de nuevo en la iglesia parroquial tras su restauración.
La que
no ha sido localizada es la imagen de la Virgen del Niño Perdido, Patrona de
Tabuenca que, como informaba Heraldo de
Aragón el miércoles 8 de enero de 1986, fue robada en la madrugada del 6 al
7 de ese mes. Era párroco en esos momentos D. Pablo Martínez, que también lo
fue de Ainzón.
Posteriormente,
se realizó una réplica de la imagen que es la que actualmente se venera en la
ermita que tiene dedicada a las afueras de la población, donde sigue concitando
el cariño y la devoción de todos los habitantes del municipio.
En
Borja, los ladrones también actuaron en algunas de sus ermitas. El daño mayor
fue ocasionado en la del Sepulcro donde fue robada la orla de madera tallada y
dorada que rodeaba el espacio en el que se veneraba la imagen de Cristo
yacente, así como algunos lienzos de menor valor.
Fueron
varios los robos en ese lugar por lo que, para proteger lo que había quedado,
se tomó la decisión de retirar la imagen de Cristo, una obra de terracota de
Gregorio de Mesa, de gran interés que ahora se exhibe en el Museo de la
Colegiata.
De ella
se hizo un vaciado que es el que ahora se venera en la ermita a la que acuden
los fieles en la tarde del Domingo de Pascua para la ceremonia de la Salve
Galana con la que culmina la Semana Santa en Borja.
De la
Casa de la Estanca fue robada una imagen de Cristo Crucificado que tenía un
valor simbólico, dado que ante ella se efectuaban los juramentos relacionados
con la distribución de aguas.
Otra
ermita que fue víctima de la acción de los delincuentes fue la de Gañarul en
Agón. Entre otras cosas fue robada la lauda sepulcral con tres escudos heráldicos
que cubría una sepultura allí existente, previamente saqueada.
Como
en algún caso anterior el autor no procedía de remotas regiones, sino que
residía en nuestra propia comarca. Se conoce su identidad e incluso el paradero
de la lauda, por lo que siempre hemos defendido que, una vez restaurada la
ermita, se debería intentar su recuperación.
Estos
son algunos ejemplos de pérdidas patrimoniales, aunque queremos recordar
aquellas otras que se producen constantemente en el Patrimonio Arqueológico por
la acción de los que, provistos de detectores de metales, saquean
sistemáticamente unos yacimientos, causando daños irreparables en los mismos.
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