La mañana del domingo culminó con la comida que, en la plaza del Mercado, les fue ofrecida a todos los participantes en la recreación, presidida por la familia real, que dio comienzo poco antes de las dos de la tarde.
En las mesas dispuestas por la Brigada
Municipal y atendidas por un buen número de voluntarios, pudieron reponer sus
fuerzas los integrantes de los diferentes grupos, con un menú que estaba
integrado por ensalada, un excelente guiso de carne y postre, acompañado por muy
buen vino de Bodegas Morca. Cabe destacar que el servicio de mesa había sido
expresamente preparado para la recreación.
Nos tocó compartir mesa con los
simpáticos integrantes de la Asociación Cultural “Mi Rosa de los Vientos” que,
con sus rapaces, presentaron sus respetos a los monarcas.
Pero el momento más entrañable fue
protagonizado por Carolina Urzay, la reina emérita (que hasta ahora venía representando
el papel de Isabel la Católica), la cual aparece en esta imagen acompañada por
Juan de Coloma.
Porque fue mosén Juan quien presidió el
emotivo momento en que, en presencia de testigos, Carol y su prometido, manifestaban
su deseo de unir sus vidas en la salud y la enfermedad. Decía el puntilloso
Secretario que aquello no era un matrimonio, pero la verdad es que se le parecía
mucho y, aunque no tuviera valor legal, quien sabe si tuvo efectos reales.
Comoquiera que tuvimos que retirarnos
anticipadamente no disponemos de imágenes de otras atracciones que fueron
ofrecidas a los comensales.
Pero ya que hemos destacado el papel de
las voluntarias que servían, justo es hacerlo con esos otros voluntarios
admirables que son los cocineros de la plaza, algunos más de los que aparecen
en la foto cuando los sorprendimos el día anterior en un momento de reposo.
Estaban preparando otra comida, la que
les fue ofrecida a los miembros de los Grupos de Danza, compuesto por ensalada
y chuletas asadas a la parrilla, junto con longaniza.
La del domingo tenía como plato principal el guiso de carne al que antes hicimos referencia, el cual ofrecía este aspecto mientras lo cocinaban con un resultado excelente, como podemos dar fe.
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