La última de las visitas programadas, con motivo de la estancia entre nosotros del Dr. Bernard Berthod fue a Calatayud. Al ser caballero de la Orden del Santo Sepulcro, tenía especial interés en conocer la casa madre de esa Orden es España, la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud, cuya antigüedad se remonta a mediados del siglo XII.
Tras la Desamortización, la colegiata
quedó reducida a parroquia, pero en 1901 el Papa León XIII, a petición de un
grupo de caballeros de la Orden, le concedió el título de “colegiata ad honorem”
y en 2020 el Papa Francisco la erigió en Basílica Menor.
Con ese motivo, en la fachada se puede
ver la representación del sello creado para la ocasión y, en el presbiterio, están
los símbolos propios de su condición de basílica; la umbrella (una
sombrilla con los colores pontificios) y el tintinábulo (una pequeña
campanilla sobre un soporte).
El templo actual fue construido a
comienzos del siglo XVII y en él destaca su impresionante cúpula, la primera que
hubo en Aragón pues, hasta ese momento, sobre el crucero se levantaban los
cimborrios.
Fueron recibidos por el Prior de la
Basílica, D. Javier Sanz Lozano, en cuya compañía recorrieron con detenimiento el
interior de este espectacular templo, enteramente dedicado a la pasión de
Cristo.
Sobre el altar mayor y bajo un magnífico
baldaquino se encuentra la urna con la imagen de Cristo yacente y, en torno a
la nave, se dispone un conjunto de ocho retablos, todos ellos dedicados a la Pasión
de Cristo.
El Dr. Berthod ha estudiado con minuciosidad
los hábitos corales de los canónigos de la Orden, por lo que mostró especial
interés en las representaciones iconográficas existentes en el templo, algunas
de las cuales ya conocía.
Fotografió, asimismo, las cruces pectorales de los canónigos y el báculo que utiliza el prior, temas en los que está especialmente interesado y ha reflejado en varias de sus obras, que hemos reseñado en este blog.
Especialmente significativa fue su visita al coro, dado que, como fue informado, allí toman posesión los caballeros españoles, de su condición de canónigos honorarios de la colegiata. El recorrido finalizó con la entrega, por parte del Prior, de varias publicaciones sobre la colegiata, entre ellas la última guía que ha editado el Ayuntamiento de Calatayud, junto con las de la colegiata de Santa María y de San Juan el Real.
Fue en este último templo donde, tras
participar en el Santo Sacrificio de la Misa, pudo conocer las obras que allí
se conservan de la que fuera importante iglesia de la Compañía de Jesús.
Lo que no pudo visitar fue la colegiata
de Santa María, recientemente restaurada y que también está incluida en ese
conjunto de monumentos bilbilitanos abiertos al público. No obstante, pudo admirar
su impresionante torre mudéjar y la bellísima portada renacentista.
La jornada finalizó con la comida que
le fue ofrecida en el Mesón de la Dolores, al término de la cual regresó a
nuestra ciudad, de donde partió para Lyon, en la mañana de ayer miércoles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario