Hemos recibido el último número de Serrablo, la revista que edita la veterana asociación de Amigos del Serrablo, en la que Jesús Montuenga Ruiz recuerda el cincuentenario de la celebración de la primera misa en rito mozárabe, promovida por la asociación, que tuvo lugar el 29 de junio de 1972 en Lárrede.
Leonardo Puértolas Coli escribe sobre “La
Guarguera, territorio vivo” y Juan Carlos Moreno lo hace sobre los centinelas
apostados en los caminos, en 1722, ante la peligrosidad que ofrecía el tránsito
por ellos en esa época.
Teresa Ferrer es la autora del trabajo dedicado
a los vestigios de la guerra civil en el Alto Aragón que, en una primera
entrega, está dedicado al aeródromo de Berdún. Carlos Cajal Puértolas escribe
sobre las antiguas escuelas del Serrablo y Aránzazu Mendívil Uceda, continúa ofreciéndonos
un recorrido por la colección de dibujos del Museo Julio Gavín-castillo de
Larrés. El sumario se completa con noticias relacionadas con la asociación entre
las que destaca la concesión de la “Barra jaquesa” otorgada por la Asociación Sancho
Ramírez.
También nos ha llegado un nuevo número
de El Masino, con la triste noticia del fallecimiento de dos destacados
colaboradores del Grupo de Estudios Masinos: D. Andrés Serrano Miranda y D.
Miguel Perdiguer Aguilar, a sus 103 años.
Óscar Librado Millán firma el artículo
dedicado a la sierra de los Caballos y Carmen Pallarés continúa con su serie de
simpáticas colaboraciones que, en esta ocasión, está dedicada a los
anglicismos.
Noticias municipales y de las
actividades culturales completan su sumario, con referencias a exposiciones,
teatro y a la recreación histórica de “El regreso del Comendador” que, tras la
interrupción impuesta por la pandemia, volverá a celebrarse.
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