En la tarde del
pasado jueves, descargó sobre Borja una fuerte tormenta que, por su carácter
circunscrito a una reducida área, permitió captar unas curiosas imágenes, como
las que nos ha remitido Enrique Lacleta.
Desde lejos
recordaba las que, en ocasiones, nos ofrecen los tornados, aunque no se trataba
de eso, dado que no iba acompañada de fuertes vientos y se desplazaba en
dirección a la ribera del Ebro con lentitud.
A nosotros nos sorprendió
cuando regresábamos de Zaragoza. Primero, la vimos desde lejos, pero en la
salida de la autopista nos alcanzó con toda fuerza, obligándonos a detenernos,
como hicieron otros vehículos, dado que era imposible avanzar en medio de la
enorme cantidad de agua que caía.
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