En estos días en los que está de actualidad el pintor Buenaventura Salesa, tras la adquisición de su autorretrato, queremos recordar que fue el 15 de julio de 1756 cuando nació en Borja, en el seno de una dinastía de artistas, a la que pertenecían también sus hermanos Cristóbal, escultor prolífico, y José, mazonero.
Estudió en la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando, destacando muy pronto por sus
facultades, lo que permitió que fuera pensionado para viajar a Italia, donde completó
su formación.
Allí gozó del favor del
que, por entonces, era ministro
plenipotenciario en esa ciudad, el ilustrado aragonés José Nicolás de Azara que
lo tenía en alta estima. Con
motivo de las exequias realizadas en Roma, con ocasión del fallecimiento de
Carlos III, le encargó a Salesa dos de los grandes cuadros que se colocaron en
los arcos formeros de la iglesia de Santiago, donde tuvo lugar el funeral. En
el informe enviado a Madrid, con este motivo, decía Azara que Salesa “hoy pasa
en Roma por el primer dibujante entre todos los profesores y, ni después de
Mengs, se conoce otro que diseñe como él”.
Como consecuencia de esta
admiración surgieron varios encargos importantes. Uno de ellos fueron los
dibujos para la colección de “Retratos de españoles ilustres” y, de manera
especial, los 54 dibujos que Salesa hizo para ilustrar la Historia de la vida de Marco Tulio Ciceron, del inglés Conyer
Middlenton que Azara tradujo al español y fue editada en Madrid, en 1790. La obra completa fue adquirida por el Centro
de Estudios Borjanos, donde conservamos la primera y la segunda edición.
También nuestro
Presidente ha venido adquiriendo una buen número de sus grabados, que,
posiblemente, constituyen una de las mejores colecciones conservadas de obras
de Salesa.
Aunque en 1799 había sido nombrado pintor de cámara por el rey Carlos IV, poco después asumió la dirección de la clase de Pintura de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, ciudad en la que residió hasta muerte.
De su trabajo como pintor
se conservan muchas obras, entre ellas el retrato de Fernando VII que está en
el Salón de Reyes de la Casa Consistorial de Borja. Pero las hay en otros
muchos lugares, que han sido estudiadas por el Dr. D. Arturo Ansón, con el
propósito de publicar un inventario de las mismas.
Esperamos, en próximos artículos, dar noticia de alguno de esos lienzos, entre los que se encuentra el de San Blas, de la catedral de Pamplona, que era el titular de un retablo trasladado a la parroquia de San Juan Bautista de Burlada.
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