El
Instituto de Estudios Riojanos acaba de editar, dentro de su colección “Historia.
Arqueología”, una obra que lleva por título Historia
y Arqueología en la cultura del vino, la cual queremos resaltar de manera
especial, tanto por el interés de sus contenidos, como porque abre nuevos
horizontes para la investigación en un sector en el que estamos especialmente
interesados.
En
diversas ocasiones, tanto el Consejo Regulador de la D. O. “Campo de Borja”
como Bodegas Borsao, nos han solicitado información sobre la historia de la
producción vitivinícola en nuestra zona y lo cierto es que, al margen de los
estudios sobre el comercio en la antigüedad clásica, a partir de las ánforas
encontradas en Bursao, poco hemos podido aportar.
La
obra que estamos comentando, coordinada por Rafael Francia Verde, aborda a
través de una serie de artículos, breves pero sumamente sugerentes, la historia
del cultivo de la vid en la Rioja. Estos trabajos fueron presentados en el XII
Congreso de Museos del Vino de España, que se celebró en noviembre de 2014 en
el Museo Vivanco de la Cultura del Vino y en la Escuela de Patrimonio Histórico
de Najera.
Dos
de ellos abordan la prehistoria del género Vitis
en la Península Ibérica y la propia historia de la vid, a través de estudios
paleobotánicos y genéticos. Entre otros resultados, además de conocer la
aparición y evolución de las variedades silvestres, se analizan las relaciones
de parentesco entre las cultivadas en el valle del Ebro, entre ellas la “Mazuelo”
y “Tempranillo”, aunque no se menciona la “Garnacha”.
Otro
artículo está dedicado a la producción de vino durante el I milenio a. C. con los
testimonios arqueológicos encontrados, entre los que se encuentran el
yacimiento de El Alto de la Cruz de Cortes de Navarra, muy próximo por lo tanto
a Borja, y el del Cerro de la Cruz en el término municipal de La Muela.
Muy
interesante es, asimismo, el dedicado a los inicios de la viticultura en la
península, a partir de las huellas de cultivo, con mención expresa a un caso
singular, los testimonios encontrados en el yacimiento de La Orden-Seminario de
Huelva, donde han aparecido zanjas de diferentes longitudes y fosas dispuestas
regularmente que permiten una aproximación fidedigna a unas explotaciones
agrarias, relacionadas con el vino, más allá de las fuentes escritas en los
tratados clásicos.
En
otros trabajos se presentas nuevas evidencias arqueológicas sobre la vid y el
vino en época romana, así como de los procesos de producción y comercialización
en esa etapa histórica. El hecho de que, en gran medida, se circunscriba al
ámbito geográfico de la Rioja da lugar a que no se citen trabajos sobre esta
materia en otros lugares, como el anteriormente comentado para nuestra zona.
Incluye
también una referencia a los mosaicos romanos con esta temática y una recopilación
de medidas cerámicas para el vino, junto con otros artículos de interés como el
referido a la restauración de diversas piezas etnológicas en la colección del
Museo del Vino “Pagos del Rey” en Morales de
Toro (Zamora).
Si
a ello unimos una síntesis de la metodología seguida en el estudio arqueológico
de la antigua granja cisterciense de La Noguera, en Tudelilla (La Rioja), el
interés se acrecienta para nosotros, dada la proximidad geográfica y las
concomitancias con nuestra zona.
Nos
gustaría que obras como la que comentamos sirvieran para estimular la realización
de trabajos similares en nuestra comarca. Para ello, se requieren
investigadores que, desde diferentes perspectivas aborden una tarea, en la que
contarán con el apoyo del este Centro y que, en cualquier caso, consideramos
apasionante.
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