Del
4 al 7 de noviembre de 2014 tuvo lugar el encuentro internacional, organizado
por la Institución “Fernando el Católico”, en homenaje al Prof. D. Manuel
García Guatas con motivo de su jubilación. Fruto del mismo es la obra que
acabamos de recibir, coordinada por José Antonio Hernández Latas, que lleva por
título El arte público a través de su
documentación gráfica y literaria.
En
sus 496 páginas reúne las ponencias presentadas al mismo por los miembros del
Grupo de Investigación “Observatorio Aragonés de Arte en la Esfera Pública”,
creado en 2004 e integrado por destacados investigadores en las distintas
disciplinas de la Historia del Arte, de la Arquitectura y el Urbanismo.
Es
imposible reseñar el contenido de las veinticuatro ponencias que tienen cabida
en la obra. Por razones meramente personales queremos hacer referencia al
trabajo de Jesús Pedro Lorente, sobre la tarjeta postal en el que viene a poner
de manifiesto el interés de las mismas como fuentes históricas muy valiosas
para los estudios sobre arte público, como también lo son para la arquitectura
o el urbanismo. También nos ha interesado el artículo de V. David Almazán Tomás
sobre el monumento erigido al gobernador general D. Ángel Barrera y Luyando
(1863-1927) en la capital de la Guinea Ecuatorial Española, Santa Isabel (ahora
Malabo), aunque se desliza la errata de aplicar el topónimo Malabo a la isla de
Fernando Poo y el de Bioko a la capital, cuando es al contrario. El monumento,
desmontado tras la independencia se conserva ahora en el Arsenal de la Carraca.
No es el único que se trajo desde Guinea en ese momento, ya que en la Academia
de Infantería de Toledo existe otro.
Por
su parte, Arturo Ansón da a conocer una pintura inédita de la primera época de
Goya, en concreto un “San Cristóbal” que ha permanecido en poder de la familia
Goioechea.
Elena
Barlés Báguena es la autora de una impresionante obra sobre Arquitectura cartujana en Aragón (siglos
XVII y XVIII) que, en sus 684 páginas, en la que da a conocer sus amplios
conocimientos sobre un tema en el que ha venido trabajando desde hace años, pues como señala la Profª Dª
María Isabel Álvaro Zamora, en la presentación su Tesis de Licenciatura ya
había tratado sobre la cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes, mientras que
la Tesis Doctoral versó sobre las cartujas en la provincia de Cataluña, que
comprendía las de Cataluña, Valencia, Mallorca y Aragón. El hecho de que en
ambos casos su trabajo fuera refrendado por los Premios Extraordinarios de la
Licenciatura y del Doctorado, constituye un excelente aval a una labor, fruto
de la cual es el libro que comentamos, circunscrito a las dos cartujas
aragonesas construidas de nueva planta en los siglos XVII y XVIII, la de la
Inmaculada Concepción (Zaragoza) y de Nuestra Señora de las Fuentes (Huesca),
aunque con referencias también a la de Aula Dei (Zaragoza) que es anterior.
Además, en la primera parte aborda las estrechas relaciones entre la orden de
la Cartuja y la arquitectura que caracterizó a sus edificaciones. Una obra que,
en opinión de la Profª Álvaro Zamora ha de ser un referente en esta cuestión,
dado la forma rigurosa, ordenada y exhaustiva con el que ha sido abordada.
La
Profª Dª Mónica Vázquez Astorga, cuya tesis doctoral versó sobre la obra del
arquitecto zaragozano D. José Borobio Ojeda (1907-1984), ha centrado su
atención, con posterioridad, en la arquitectura escolar y en los cafés
históricos de Zaragoza, fruto de lo cual es la obra Cafés de Zaragoza. Su biografía, 1797-1939, en la que efectúa un
interesante recorrido por esos establecimientos que, en cierta medida,
articulaban la vida ciudadana, al ser espacios de encuentro y de tertulias,
algunas de ellas inolvidables. Para ello, ha recurrido a fuentes documentales
como la prensa diaria, donde aparece reflejado el devenir histórico de esos
cafés. De hecho, el punto de partida del que arranca responde al hecho de que,
en 1797, es cuando comenzó a publicarse el primer diario zaragozano, el Diario de Zaragoza. Con abundantes
ilustraciones, el libro se lee con un interés no exento de nostalgia, al
comprobar la progresiva desaparición de esos entrañables lugares, alguno de los
cuales eran también testimonio de los gustos estéticos del momento. Por ello,
aunque somos conscientes de que la lógica evolución de los tiempos impone
nuevas realidades, seguimos disfrutando al poder adentrarnos en algunos cafés
legendarios, como los que cita el Prof. Eliseo Serrano en la Presentación, en
Venecia, Budapest, Roma o Madrid, donde por cierto ya ha sido clausurado uno de
los mencionados, el Café Comercial de la glorieta de Bilbao.
Los
profesores D. José Manuel Calderón Ortega y D. Francisco Javier Díaz González
ejercen la docencia en el Departamento de Historia del Derecho de la
Universidad de Alcalá de Henares. No es extraño, por lo tanto, el rigor con el
que abordan, desde el punto de vista jurídico El proceso de redacción del último testamento de Fernando el Católico
el 22 de enero de 1516, título de la obra que ahora publica la Institución “Fernando
el Católico”.
El
rey tenía 63 años cuando el 26 de abril de 1515 otorgó testamento en Aranda de
Duero, actualizando uno anterior realizado en Burgos en 1512. En esos momentos
su salud se encontraba seriamente afectada, en parte debido a los afrodisiacos
que el administraba su segunda esposa Germana de Foix, en un desesperado
intento de conseguir descendencia. Habían tenido ya un hijo, D. Juan de Aragón
y Foix, en 1509 pero el que hubiera sido heredero del reino de Aragón murió a
las pocas horas.
En
el testamento de Aranda se hacía referencia expresa a su hija Juana, como
legítima heredera de Aragón y Navarra, estableciendo ciertas cláusulas para
que, en caso de incapacidad de la reina, gobernase las coronas de Aragón y
Castilla su nieto el infante D. Fernando, hasta la llegada a España de su
hermano Carlos, el futuro emperador.
Sin
embargo, la evolución de los acontecimientos provocó el que, cuando en 1516,
otorga en Madrigalejo el testamento definitivo, Juana y el infante D. Fernando
quedan eclipsados, siendo designado como gobernador de Castilla, el cardenal
Cisneros y de Aragón su hijo natural el arzobispo de Zaragoza D. Hernando de
Aragón. El libro analiza las circunstancias políticas que dieron lugar a este
cambio de pensamiento, el proceso de redacción del testamento y alguna de las
principales cuestiones jurídicas que en él se contienen.
El barrio de San Pablo en la época de los
Sitios de Zaragoza es el título de la obra de María Jesús Castán Espiérrez,
con presentación del Prof. D. José Antonio Armillas Vicente.
La
autora ya había obtenido, en 2010, el XXV Premio para jóvenes de la Asociación
Cultural Los Sitios de Zaragoza por un trabajo sobre “Identidad del barrio del
Gancho en los prolegómenos de los Sitios de Zaragoza”, claro precedente de esta
obra de 582 páginas que ahora edita la Institución “Fernando el Católico”, en
la que con un estilo claro, sencillo y atrayente hace partícipe a los lectores
de la forma de vivir de los habitantes del barrio en un momento crucial como
fueron los Sitios.
No
se trata de una mera crónica, sino que trata de mostrar, sin apasionamiento y
con la mayor objetividad posible, la vida de eses espacio ciudadano, a través
de su descripción física y de su población.
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