sábado, 5 de marzo de 2016

El 5 de marzo y Borja


            Hoy, Zaragoza celebra la “cincomarzada”, una de sus fiestas locales en la que se conmemoran los hechos acaecidos el 5 de marzo de 1838 cuando, en el transcurso de la I Guerra Carlista, tropas leales al pretendiente Carlos María Isidro de Borbón, al mando de Juan Cabañero y Esponera, intentaron sorprender a la capital aragonesa, aprovechándose de las escasas fuerzas que la guarnecían.

            Pero, los 2.800 soldados carlistas y los 300 jinetes que les acompañaban toparon con la feroz resistencia de los habitantes de la ciudad que, con los escasos medios disponibles, lograron rechazar el ataque, tras violentos enfrentamientos en las calles.




            La fiesta, recuperada no hace mucho tiempo, es  cuestionada desde algunos sectores, como lo demuestra la esquela que el Partido Carlista de Aragón inserta todos los años en los medios de comunicación, recordando a los 300 carlistas que murieron aquel día en lo que, evidentemente, fue un enfrentamiento civil entre aragoneses, pues la mayor parte de ellos habían nacido aquí y el propio Juan Cabañero era natural de Urrea de Gaén.



            Pero, al margen de esas polémicas, hoy queremos dar a conocer un documento relacionado con ese acontecimiento: La carta que la ciudad de Borja remitió a la de Zaragoza, el 22 de marzo, felicitando a sus habitantes por el triunfo obtenido.
            Fue publicada, tres días después, en el Boletín Oficial de la Provincia y nos la ha remitido D. Guillermo Carranza Alcalde. Dado su interés, hemos transcrito su contenido, con pequeñas correcciones de estilo.

            “Compañeros: El triunfo que acabáis de conseguir nos ha llenado de gozo y entusiasmo. Los viles partidarios del absolutismo soñaron un momento esclavizar la Ciudad de los héroes ¡Insensatos! y osaron  pisar las calles santas de la inmortal Zaragoza, de ese pueblo que resistió por tanto tiempo los ejércitos más aguerridos de Europa; que hizo zozobrar la corona del hombre cuyo poder contaba a los reyes entre sus esclavos. Y la indisciplinada horda del Príncipe rebelde imaginó siquiera apoderarse de esa capital, cuyo nombre invocan cuantos pueblos deciden sacrificarse por la libertad, y que turba los sueños de los tiranos de Europa. Con mentida falsía y persuadidos de que jamás os vencerían con las fuerzas de lar armas, os prometían cuartel, os convidaban con la paz, paz de los tiranos, la paz de los sepulcros. La muerte antes mil veces fue vuestra contestación. Ignoraban acaso que los brazos zaragozanos son demasiado débiles para soportar las cadenas de los esclavos y sumamente fuertes para manejar las armas de los libres. Bien cara han pagado su osadía. A vosotros solo, y a vuestro indomable valor estaba reservado después de haber sufrido una completa sorpresa batir y derrotar a su enemigo. Este acontecimiento heroico tiene asombradas a la España y a la Europa. Os felicitamos de corazón y solo sentimos no habernos hallado a vuestro lado en los peligros, para tener parte en vuestras glorias”.

            Era alcalde de nuestra ciudad, en aquellos momentos, D. Bernardo Cardona cuya figura es recordada en el callejero borjano en la vía que, desde la plaza de Santa María conduce a la del Barrio (plaza de Ntra. Sra. del Carmen).
            Fue el primer alcalde constitucional de Borja, tras la proclamación de la de 1812, y siempre se caracterizó por sus ideas profundamente liberales. Fue el organizador de la famosa visita del general Riego, que sería interesante recordar, y mandó las fuerzas alistadas aquí para luchas contra los carlistas, en la vecina Navarra y en la zona del Moncayo, donde sufrieron varias bajas. Debido a la cambiante situación política de la época, Cardona tan pronto era considerado un héroe como un delincuente y, por este motivo, tuvo que exiliarse, regresando tras el indulto de 1824, siendo elegido de nuevo alcalde el 12 de marzo de 1838, etapa a la que corresponde la vibrante carta que acabamos de dar a conocer.

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