viernes, 11 de marzo de 2016

Revistas recibidas 46


            En el nº 25-26 de la revista Norba, editada por la Universidad de Extremadura, incluye un dossier dedicado al tema “Paisajes rurales mediterráneos”, fruto del trabajo de dos seminarios organizados en Cádiz y Cáceres en 2012 y 2013, respectivamente. Los estudios abarcan un amplio arco cronológico que comprende desde la Prehistoria hasta finales del Antiguo Régimen. En cuanto al espacio abordado se centra en las penínsulas ibérica e itálica. La publicación de estas aportaciones plantea, como se indica en la introducción, líneas sugerentes que contribuyen al debate sobre los paisajes rurales. Además, entre los artículos pertenecientes al apartado “Varia” queremos destacar el de Celia Sancho Gómez en el que analiza los problemas relacionados con la violencia y el cautiverio, en una villa fronteriza, como era Elche a principios del siglo XV. Por otra lado, Juna Hernández Franco inserta una interesante reflexión sobre los libros de genealogías como instrumentos para el estudio de la Historia social de la época.



                        El nº 297-299 de la revista Archivo Hispalense que edita la Diputación de Sevilla dedica buena parte de sus contenidos a una serie de artículos en homenaje al Prof. D. León Carlos Álvarez Santaló, Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Sevilla y maestro indiscutible de varias generaciones de estudiantes. El primero de ellos es una emotiva reseña biográfica, y en gran medida autobiográfica, de Virgilio Fernández Bulete, en la que se destacan los rasgos más sobresalientes de un hombre que supo abrir la docencia de la Historia hacia las nuevas corrientes y horizontes. Ya dentro de los apartados correspondientes a los contenidos habituales de la revista nos han interesado, dentro de los estudios históricos el dedicado a la importancia de los protocolos notariales como fuente para el estudio de las colonias de extranjeros en Jerez de la Frontera, a finales de la Edad Media y comienzos de la Moderna. Lo firman Silvia María Pérez González y José Antonio Mingorance, poniendo de manifiesto, una vez más, la utilidad de esos registros para múltiples estudios. Y, entre los dedicados al Arte, debemos reseñar el trabajo de Manuel Gámez sobre la reja de la capilla Real de Granada, con nuevos datos que ayudan a comprender el proceso de ejecución de esta importante obra.



            El Institut d’Estudis Comarcals de la Marina Alta edita dos revistas. La primera de ellas es L’Aiguadolç, de contenido literario, de la cual nos ha llegado el nº 43-44, cuya primera parte reúne en un dossier los trabajos presentados a los II Encuentros de Beniarbeig, celebrados el pasado año bajo el lema “Els nostres clàssics i el mon”. De entre ellos, y por razones evidentes, queremos hacernos eco del artículo de Joan F. Mira, titulado “Els Borja: La Historia abans que el mite”, en el que ofrece un rápida visión de la historia de esa familia, centrada en la figura de los dos pontífices, envuelta en una leyenda negra que, como señala el autor, no se habría iniciado sin la enemistad y el rechazo que los Borja suscitaron entre las grandes familias patricias de Roma, acostumbradas a dominar la ciudad e interesadas en impedir el establecimiento de un nuevo orden impuesto por una familia extranjera. Sin negar la veracidad de algunas cuestiones que se les achacan, matiza diferentes aspectos, entre ellos el del supuesto incesto de Alejandro VI con su hija Lucrecia, fruto del cual nació Juan, el “infans romanus” cuya paternidad asumió el papa, para garantizarle los derechos y la herencia de la familia. Pero, como señala el autor, una cosa es el legalismo y otra la paternidad real, pues en realidad era hijo de un camarero del palacio. Por otra parte, su madre Lucrecia, tras diversos avatares, terminó casándose con el duque de Ferrara, ciudad en la que fue durante todo el resto de su vida el eje de una corte refinada y madre ejemplar de una numerosa prole.
            Que el comportamiento de los Borja no se diferenciaba mucho de otras familias de su época, es algo evidente. Pero no se suelen resaltar los logros de un hombre que como Alejandro VI, reorganizó la administración pontificia, poniendo orden en las finanzas que habían estado al borde de la ruina, restauró el poder del papado, limitando la ingerencia de los barones romanos, llevó a cabo las primeras grandes reformas de los palacios pontificios y, en definitiva, sentó las bases de la modernidad en una institución secular.
            Con razón, finaliza su artículo resaltando el nombre más insigne que los valencianos han aportado a la historia de Europa… y que después han olvidado vergonzosamente durante más de cinco siglos. Nos unimos a su acertada apreciación ya que ese nombre, aunque sea remotamente, también tiene algo que ver con nuestra ciudad. 



            La otra revista es Aguaits, en la que se publican artículos de investigación y ensayos de temática variada, aunque el nº 35 de la misma tiene carácter monográfico, pues está dedicado al tren de la Marina: Altea-Dénia, inaugurado en 1915 y que supuso una revolución en los transportes de la zona y un elemento clave para la modernización de la comarca. Entre sus artículos se analiza el contexto ferroviario en el que se llevó a cabo la puesta en marcha de esta iniciativa. Se narran los actos de su inauguración y lo que representó para la comarca de La Marina, pero en otro de los artículos se hace referencia también a los sobrecostos ficticios y al fraude que ocultaban, llegando a señalar que fue “un ensayo general para una estafa”, la del Santander-Mediterráneo que, en cierto modo, nos afectaba a nosotros.

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