Vuelve la reina Dª Violante de Bar a nuestras páginas
(ya comentamos su estrecha relación con Borja), debido a que el 15 de marzo de
1399, cedió a Borja el importe de las sisas. Con este nombre de “sisas” se
conocía a los impuestos que se cobraban por las transacciones de trigo y vino. Su
importe era para la hacienda real, pero el rey Martín I se lo había concedido a su cuñada Dª Violante
quien, a su vez, las donó a los borjanos, “teniendo en consideración los
beneficios que nos habéis hecho y que estáis dispuestos a hacernos”. Al año
siguiente, como se hace constar en uno de los retratos del Salón de Reyes de la
Casa Consistorial, hizo lo mismo con las primicias, uno de los principales
impuestos que, siendo de origen eclesiástico, administró siempre la ciudad.
Dª Violante fue la
segunda esposa de Juan I el Cazador. Nieta del rey de Francia Juan II, había
recibido una esmerada educación. Era culta, refinada, hablaba varios idiomas y
tenía una biblioteca importante, para la época. Además era una escritora
empedernida y se conservan numerosas cartas escritas por ella. Su reinado se caracterizó
por el lujo que introdujo en la corte aragonesa, lo que suscitó críticas por
los gastos que ocasionaban las fiestas organizadas por el matrimonio.
Borja, habitualmente
cámara de la reina, estaba aún en poder de la reina viuda Sibila de Fortiá,
pero Dª Violante consiguió que le fuera retirada para hacerse cargo ella. Sin
embargo, Juan I murió inesperadamente en una cacería cuando aún no tenía
sucesión, lo que venía a cambiar la situación personal de la reina. Para
prolongar su estatus, llegó a fingir que estaba embarazada, pero al final fue
proclamado rey el hermano del monarca fallecido, que reinó con el nombre de
Martín I. A pesar de ello, Dª Violante mantuvo
en su poder Borja hasta el final de sus días y, como decimos, concedió
numerosos privilegios a sus habitantes, que la recordaron con cariño.
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