Junto
a los personajes más conocidos de la familia Borja hay una amplia constelación
de otros, mayor o menor importancia, entre los que destaca el cardenal D.
Gaspar de Borja y Velasco, biznieto de San Francisco. Fue retratado por
Velázquez y, en torno a esa obra existen una serie de leyendas e historias,
sobre las que trata el libro de Guillermo Serrano de Entrambasaguas, titulado El misterio del último retrato del cardenal
Borja, en donde aborda la posibilidad de que se haya localizado el cuadro
original.
Distinto
es el caso de Jerónimo de Borja, un ingeniero militar que, a pesar de su
apellido, seguramente nada tenía que ver con la familia. Las escasas noticias
que se tienen de él fueron dadas a conocer por Ricardo González Castrillo, a
partir de los documentos de la Inquisición, conservados en el Palacio Real de
Madrid, pues estuvo preso en una cárcel del Santo Oficio de Toledo. Allí diseñó
una serie de proyectos, de los que trata este artículo del mismo autor: “Inventos
y artificios de Jerónimo de Borja, ingeniero militar del siglo XVI”, publicado
en la revista Hispania, en 1991.
Y,
desde luego, la que no tenía relación con los Borja era la soprano Lorena de Borja, una figura destacada en
el mundo operístico en el primer tercio del siglo XX, que es glosada por Manuel
Mesado i Mañé en esta obra editada por la Diputación de Castellón que nos ha
permitido conocer a una mujer que paseó el nombre de nuestra ciudad por los
escenarios más importantes del mundo. Su belleza, capaz de despertar pasiones
en relevantes personajes y sus facultades artísticas, merecen que le dedicamos
atención en otro momento.
Finalmente,
dejamos constancia de la adquisición de la primera edición de la obra de Joan
F. Mira, Borja Papa, de la que ya
teníamos la segunda y que es una novela histórica sobre Alejandro VI y su
época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario