Pedro IV el Ceremonioso fue uno de los
monarcas aragoneses que más tiempo estuvo en Borja, debido al enfrentamiento
con Pedro I de Castilla en el conflicto conocido como la “Guerra de los dos
Pedros”. Estando aquí, el 20 de marzo de 1360 concedió a Borja los privilegios
que tiene sobre las aguas de la Fannueva y la Retuerta.
El 20
de marzo de 1908 nació en Borja D.
Vicente Compans Manero. Tras cursar los primeros estudios en el colegio de
Santa Ana, fue enviado al colegio “Santo Tomás de Aquino” de Zaragoza donde
estudió Comercio y Contabilidad. Su actividad profesional estuvo relacionada
con los negocios familiares y, de manera especial, con el Ideal Cinema que
había reconstruido su padre.
En
1956 fue nombrado Alcalde de Borja y el 1 de abril de 1958 Diputado Provincial,
cargo que desempeñó hasta el 1 de abril de 1964. En los años que estuvo al
frente de la Alcaldía puso en marcha proyecto de gran trascendencia, el más
importante de los cuales fue la instalación del suministro de agua y la red de
alcantarillado, poniendo fin a una situación que había quedado anclada en el
medioevo. También logró la instalación del Parque Comarcal de Obras Públicas y
el asfaltado de la carretera al Santuario de Misericordia, entre otras
actuaciones. Cesó como Alcalde en 1966, siendo nombrado después Juez de Paz.
Falleció en Borja el 31 de diciembre de 1981.
El
20 de marzo de 1996 falleció en Ruanda, a consecuencia del estallido de una
mina, la hermana Carmen Olza Zubiri.
Había nacido en la localidad navarra de Eugui el 11 de marzo de 1942 y, en
1960, ingresó en la Congregación de Hermanas de la Caridad de Sana Ana. Tras
emitir sus primeros votos el 15 de marzo de 1983, fue destinada a Caspe desde
donde llegó a Borja. De aquí fue a Zaragoza a cursar la Licenciatura en
Filosofía y Letras. Al terminar la carrera estuvo en Calatayud, durante seis
años, y posteriormente en Estella y Portugalete.
Encontrándose
en esa última localidad pidió ser enviada a misiones y, tras recibir la
formación necesaria marchó a Kivumu, una aldea del corazón de Ruanda. Allí
trabajó en un centro nutricional para niños, donde le sorprendió la terrible
guerra que azotó la región de los grandes lagos, enfrentando a las etnias hutu
y tutsi con increíble ferocidad. La hermana Olza no dudó en poner en riesgo su
vida para salvar a algunos, a los que logró sacar del país, escondidos en el
maletero de su coche. En una ocasión, cuando transportaba a un sacerdote belga
y dos ruandeses, fue interceptada y delante de ella asesinaron a uno, mientras
los otros dos pudieron huir a la selva, donde terminaron siendo alcanzados y
muertos.
Ante la magnitud de un genocidio en el
que murieron más de 800.000 personas, la hermana Olza recibió la orden de
abandonar Kivumu, trasladándose el 18 de abril de 1994 a la vecina República
Democrática del Congo. Allí estuvo atendiendo a los más de 150.000 refugiados
que se hacinaban en un improvisado campamento en los alrededores de Goma, en
condiciones de extrema insalubridad y carentes de lo más imprescindible. Cuando
la situación se estabilizó, la hermana Olza volvió a su antigua casa de Kivumu,
en enero de 1995, hasta que el 4 de mayo de ese mismo año fue destinada a un
centro de alfabetización para jóvenes que la congregación tiene en Mugina.
El 20
de marzo de 1996, cuando viajaba en su coche con las hermanas Alphonsine
Mukeshimana y Berthilde, estalló una mina al paso del vehículo, falleciendo
instantáneamente la hermana Alphonsine, mientras que la hermana Olza pudo ser
evacuada al hospital de Ruhengeri, donde falleció poco después. Por deseo
expreso suyo fue enterrada en Kivumu, junto a los tres sacerdotes a los que anteriormente
había intentado salvar. En 1997, S. M.
el Rey le otorgó, a título póstumo la Encomienda de Número de la Orden del
Mérito Civil y el Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre (Málaga) le dedicó una
calle.
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