Una de
las empresas científicas más importantes de los últimos años ha sido la publicación
de las actas de las cortes aragonesas, fruto del esfuerzo realizado por el
Grupo de Investigación CEMA de la Universidad de Zaragoza. La mayor parte de
los volúmenes editados están disponibles en nuestra biblioteca, a la que ahora
nos han llegado los dos del tomo XI, correspondientes a las Actas de las Cortes de Zaragoza de 1451-1454.
La
información contenida en los mismos es de singular interés. Convocadas por el
hermano de Alfonso V, Juan, rey de Navarra y lugarteniente general de Aragón, a
ellas asistieron representantes de Borja. Alfonso V residía en Nápoles y el
futuro Juan II de Aragón se enfrentaba a varias amenazas. En primer lugar, el
problema con su hijo el príncipe de Viana y la guerra civil navarra; en segundo
lugar, sus propios desencuentros con las Cortes aragonesas. A ello, había que
sumar una guerra larvada con Castilla, a pesar de la paz firmada en 1436, que
se tradujo en una serie de “cabalgadas” desde el otro lado de la frontera, que
obligaron a reforzar los castillos de la raya aragonesa.
Precisamente,
esa situación es la que nos proporciona una interesante información sobre las
fortificaciones de nuestra zona que, en cierta medida, vienen a modificar
nuestra percepción anterior.
Así,
por ejemplo, cuando se toma la decisión de enviar un determinado número de
ballesteros a algunos castillos, se cita a los de Ferrera y Ferrellón, el
primero de los cuales considerábamos abandonado tras la guerra de los dos
Pedros en la centuria anterior. Allí se mandan 8 ballesteros que quedan bajo el
cuidado del Justicia y Jurados de Borja. Otros ballesteros pasan a reforzar los
castillos de Trasmoz, Calcena, Purujosa, Vera, Alcalá, Añón, Mallén y Tabuenca.
Su número siempre es muy reducido: 2 en Tabuenca, al cuidado de la abadesa de
Trasobares, 8 en Mallén, a disposición de Juan Pérez Calvillo, o 2 en Añón. Por
otra parte, en un momento determinado se ordenó reclutar 60 peones en el “río
de Borja” para socorrer el lugar de Villarroya.
En una
de las cabalgadas protagonizadas por los castellanos fue capturado el “bachiller
de Ágreda”, siendo encerrado en el castillo de Añón, desde donde las Cortes
pretendieron enviarlo para su custodia a Borja.
Otras
informaciones que nos proporcionan las actas hacen referencia a sucesos
acaecidos durante ese período, como el asalto llevado a cabo, en diciembre de
1452, por parte de 17 jinetes apostados en la “val de Pedrola”, en el que
capturaron a una recua de acémilas de Borja, con 33 hombres y toda la carga.
Desde nuestra ciudad salieron a perseguirlos, alcanzándolos dentro del reino de
Navarra, donde fueron de nuevo capturados, por lo que las Cortes pedían al rey
que los liberara y restituyera a los de Borja todo lo robado.
En
1453, Manuel Bon, comisario real, entró en la granja de Muzalcoraz y descerrajó
el granero, apoderándose de 96 cahices de trigo que llevó a Mallén, so pretexto
de que el abad de Veruela no pagaba los derechos de cena real, dando lugar a la
reclamación de este último.
También
se da noticia de los disturbios protagonizados por los habitantes de Añón, por
lo que, ante el temor de que puedan poner en peligro el castillo de esa
localidad “que está casi en la frontera de Castilla”, mandan a unos
representantes a ocuparlo.
Queda constancia
asimismo del traslado del príncipe de Viana desde su prisión en el castillo de
Mallén, al de Monroyo, mandan ocupar el castillo, o a la presencia en Borja, en
1452, de dos “cullidores”, con un sueldo de 210 solidos.
Finalmente, reseñamos
el nombre de Simón de Setiembre, alcaide del castillo de Purujoa en 1453 y la
actuación de “uno de Fuendejalón”, pasado al bando castellano, que por haber
entrado en el reino en una cabalgada fue castigado por el rey de Navarra.
De la
Institución “Fernando el Católico” hemos recibido la cuidada edición facsimilar
de Os nenos, la primera obra literaria
del gran polígrafo gallego José Figueira, publicada por vez primera en 1925 y
reimpresa en 2015, con ocasión del Día das Letras Galegas, con ilustraciones de
David Pintor. De esta edición del Consello da Cultura Galega se hicieron 500
ejemplares numerados, presentados en un estuche de tapas rígidas.
También
nos han remitido la obra Sakkara, una
recopilación de relatos de Teresa Garbí, editados por Espuela de Plata, en
2015. La autora es natural de Zaragoza y en esa ciudad cursó estudios de
Filología Románica y, posteriormente, de Bellas Artes en Barcelona, habiendo
publicado varias obras de ficción y un ensayo sobre Mujer y Literatura, así
como otros libros adaptados a los alumnos de Enseñanza Media.
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