Volvimos
a Bulbuente, en esta ocasión a la hora adecuada, con el propósito de tomar
imágenes de los actos programados con motivo de la recreación histórica sobre
la leyenda de la Mora Encantada.
Visitamos,
en primer lugar, el campamento instalado en un frondoso paraje, a orillas del
Huecha. Aunque era un momento de descanso, el aspecto que presentaba era
sumamente atractivo.
Recorrimos
después el mercado medieval instalado en las diferentes plazas y calles de la
localidad, con una nutrida presencia de puestos, en los que se ofrecían los más
diversos artículos, y mucha afluencia de público.
Caras
conocidas entre los vendedores de productos de nuestra zona, como los aceites
de Oliambel, los vinos de Bodegas Román o los quesos artesanales y las mistelas
y cavas del grupo Ruberte.
Llamativa
la exposición de rapaces con las que era posible fotografiarse o la muestra de
armas antiguas en la que se facilitaban amplias explicaciones sobre sus
diferentes tipos y características.
Vimos
talleres para los niños. En uno de ellos reproducían vidrieras y en otro hacían
prácticas de caligrafía. También podían retratarse como damas o caballeros en
estos artefactos preparados para ello.
Menos
interés despertaba el cepo instalado en una de las plazas. No pudimos conseguir
que hubiera una persona dispuesta a introducir su cabeza y sus manos en ese
instrumento que antiguamente servía para exponer a los delincuentes a la
vergüenza pública.
A
mediodía, junto al torreón medieval, se celebró la ceremonia de investidura
como caballero de don Alonso, al que le fueron colocados los distintos
elementos que componían su equipo, mientras se facilitaba la oportuna
información a los presentes. Hay que poner de manifiesto la estoica resignación
del joven caballero mientras que, bajo un sol inclemente iba siendo recubierto
incluso con la pesada cota de malla.
Queremos
resaltar la gran labor que está realizando la asociación creada expresamente
para impulsar esta recreación histórica y, especialmente, la de D. José Miguel
Serrano (a quien sorprendimos con un vaso de té en la mano) y sus compañeros
que nos informaron sobre los nuevos proyectos en marcha.
Volvimos
por la noche para asistir a la representación de la leyenda, de lo que informaremos
mañana, dada la avanzada hora de nuestro retorno.
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