martes, 11 de julio de 2017

Efemérides del 11 de julio


         El 11 de julio de 1706 se presentó ante Borja D. José Camprodón, con fuerzas de caballería e infantería austracista, con el propósito de intimar la rendición de esta ciudad que se mantenía fiel a la causa borbónica. A pesar de la amenaza de proceder a la tala de las cosechas, sus habitantes se negaron al requerimiento, por lo que temiendo la llegada de refuerzos los atacantes se retiraron. Fue el primer episodio de un conflicto que terminó en el mes de octubre con el bombardeo y asalto de Borja, con terribles consecuencias. El comportamiento de los borjanos mereció, posteriormente el reconocimiento de Felipe V que añadió a sus armas un león y una flor de lis, junto con la leyenda “Saqueada por ser siempre fidelísima”, entre otras mercedes. Precisamente ayer, D. David Cabrejas Sanmartín defendió brillantemente su Trabajo de Fin de Grado en la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza, en el que estudia minuciosamente el desarrollo de la Guerra de Sucesión en nuestra comarca y, dado su interés, será publicado por el Centro de Estudios Borjanos.




El 11 de enero de 1802 fue bautizado en la iglesia parroquial de Cintruénigo D. Benito Ferrández Echevarría, único hijo varón del matrimonio formado por D. Atilano Ferrández y Fernández de Heredia, natural de Borja, y de Dª Antonia Echeverría Ligués. Heredero de una cuantiosa fortuna en Magallón y Borja, fue elegido Diputado a Cortes por la circunscripción de Borja, en 1846, como candidato liberal. En 1851 volvió a ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados por la circunscripción de Zaragoza, siendo reelegido en 1854, tras su participación en los sucesos revolucionarios de aquel año, que le llevaron a formar parte de la Junta Interina de Gobierno, constituida en la capital aragonesa el 17 de julio de 1854. De nuevo fue elegido Diputado en 1858, en esta ocasión por el distrito de la Misericordia de Zaragoza. Fue miembro de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza y estaba en posesión de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Murió soltero en Madrid, el 25 de noviembre de 1872. Al no tener descendencia, como ninguna de sus dos hermanas, decidió dejar la mayor parte de su fortuna para que fuera ampliada la iglesia parroquial de Cintruénigo.



Esta iglesia, dedicada a San Juan Bautista, había sido construida en el siglo XVI, siguiendo la tipología de “planta de salón”, con tres naves cubiertas por bóvedas de crucería. 


La reforma financiada por D. Benito Ferrández consistió en añadirle un primer tramo, con las puertas de entrada, sin ninguna relación con el estilo original, así como una nueva sacristía.


Dispuso también que el resto le correspondiera al sobrino que quisiera asumir la realización de esa obra. Cumplió esa condición D. Nicasio de Navascués y Aysa, hijo de su prima hermana Dª Ramona Aysa y Ferrández, que había vuelto a entroncar con la familia Navascués de Cintruénigo.

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