Decimos “en” y no “de” porque D. Patricio Garde Navarro, el
inventor al que vamos a hacer referencia, no era de Maleján, aunque estaba
especialmente relacionado con esa localidad, como veremos.
Había nacido en Santacara (Navarra) el 24 de agosto de 1910,
siendo hijo de D. Dámaso Garde Mozaz y Dª. Nicolasa Navarro Fadrique. Con 18 años sentó plaza como soldado en el
Regimiento de Infantería “Valladolid” nº 24. La Guerra Civil le sorprendíó con
el empleo de Sargento, ascendiendo poco después a Brigada. El 19 de agosto de
1936, durante la toma de Santiago Mendi (Guipuzcoa) fue herido gravemente en el
pie izquierdo. Ya como Alférez Provisional, fue destinado a servicios
burocráticos y, con ese empleo, llegó a Borja en 1941 para formar parte de la
Comisión de Mutilados que tenía su sede en nuestra ciudad. Aquí conoció a Dª.
María Jesús Murillo Bona, natural de Maleján, con la que contrajo matrimonio en
1942. Pasó a la situación de retirado, con el empleo de Capitán en 1968.
Al constatar las dificultades existentes para conservar los
alimentos que los agricultores llevaban al campo en los envases entonces
utilizados, con riesgo de verter su contenido, diseñó una jarra o puchero, con
cierre hermético que registró como “modelo de utilidad”. Cuando en la
actualidad disponemos de modelos de muy diversos tipos que cumplen ese
cometido, puede resultar llamativo el que, por entonces, no hubiera nada
similar.
Lo cierto es que fue considerado de interés e inscrito en el
Registro de la Propiedad Industrial, con el nº 21.932, como se hacía constar en
el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial de 16 de febrero de 1950.
Es curioso que su hijo, D. José Luis Garde Murillo, también
registrara, años después, otro “invento” del que hablaremos en un próximo
artículo.
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