Desde Ontinyent nos han remitido los dos últimos número de
las excelentes revistas que allí editan. Una de ellas en el nº 35 de Almaig, publicada por “La Nostra Terra”,
entre cuyos contenidos nos han interesado especialmente dos artículos referidos
a fenómenos climatológicos. El primero se titula “Lluvias torrenciales y
oficios perdidos”, cuyo autor es José Luis Torró Micó y el segundo “Les
barrancades d’octubre de 1923-1924”, de Rafael Benavent, que vienen a poner de
manifiesto la frecuencia de esas catástrofes naturales. Agustín Ribera da
noticia del proyecto de transformación de la torre de la Duquessa y la alquería
medieval de Cebolella en establecimiento hotelero. Especial interés tiene el
proyecto de catalogación de las cuevas de Ontinyent, del que informan Rebeca
Días, Vicent Sanchís y Agustí Ribera.
Junto con la anterior nos llega el nº 29 de Alberri, la revista del Centre d’Estudis
Contestans. Incluye cuatro trabajos, el primero de los cuales es un informe de
Pere Ferrer, Amparo Martí y José Elías Esteve sobre la participación del Centre
d’Estudis Contestans en un proyecto internacional sobre el arte rupestre en la
India, cuya participación vino motivada por la gran labor que, en ese ámbito,
viene realizando el Centro. Josep Cortés Domínguez trata sobre los
enfrentamientos entre el conde de Cocentaina y sus vasallos, entre 1621 y
1622, cuando ya habían sido expulsados los moriscos. Joaquín Navarro Reig
ofrece un extenso artículo sobre Cocenataina entre 1789 y 1824 e Iván
Carbonell aborda el tema de los escritores del Comtat a principios del siglo
XX.
De la Institución “Príncipe de Viana” hemos recibido el nº
273 de su revista Príncipe de Viana.
Son 632 páginas que incluyen aportaciones de sumo interés de las que es
imposible reseñar todas en el breve espacio disponible. Sí queremos destacar
varios artículos que tienen a la mujer como protagonista. Consuelo Allué trata
sobre “Poemas en castellano escritos por mujeres en revistas literarias
navarras del siglo XX”; Laura Díaz López aborda el tema de “La mujer en la
epigrafía funeraria de la Navarra romana”; Salvador Remírez escribe sobre “Cofradesas
y donadas del Temple en el reino de Navarra” y María Bonet, junto con Julia
Pavón, da a conocer un monasterio de religiosas hospitalarias que existió en
Bargota durante los siglos XIV y XV.
Juan José Morales es el autor de un documentado estudio
sobre el pintor tardogótico Diego del Águila y el retablo mayor de la catedral
de Tudela. También queremos mencionar el artículo de David Alegría sobre “Derechos
de molinos y aguas en los núcleos urbanos de Navarra (siglos XII-XIV)” y el de
Alfredo Floristán acerca de “Coronaciones y juramentos reales en Navarra
(1494-1551)”.
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