Como es bien conocido, cada 25 de agosto la cofradía de San
Bartolomé celebra su tradicional Romería al Santuario de Misericordia. Lo mismo
sucedió en 1913, aunque nada hacía suponer la tragedia que ocurrió en el
transcurso de la misma.
Porque, como informó la prensa regional, en el transcurso de
la misma se organizó una prueba de lanzamiento de barra aragonesa (la imagen
corresponde a un conocido grabado que nada tiene que ver con ese día).
En ella participaba un niño de 14 años que se llamaba Valeriano
Belío, el cual tuvo la mala fortuna de dar con la barra en la cabeza a otro
muchacho de su edad, llamado Bernardino Ibáñez, que en estado gravísimo fue
trasladado a Borja. Ahora hemos conocido, gracias a la comunicación de un familiar que no falleció, sino que logró sobrevivir, aunque con secuelas, hasta una edad avanzada.
No sabemos si el accidente fue provocado por un mal lanzamiento
o por la imprudencia de la víctima al situarse en un lugar inadecuado, pero en
cualquier caso pone de manifiesto el peligro que entraña cualquier práctica
deportiva.
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