martes, 25 de febrero de 2020

Travesuras infantiles


         De “travesuras infantiles” calificaba El Diario de Huesca, en su edición de 27 de marzo de 1912, la acción llevada a cabo por un niño de Boquiñeni, de 10 años de edad, cuyo nombre daba a conocer y al que identificaremos por sus iniciales E.E., ya que en aquellos tiempos no se tomaba en consideración la presunción de inocencia ni la protección de datos.

         Al pequeño se le ocurrió la idea de colocar en los carriles de la vía férrea piedras y hierros, “con el sano propósito de que descarrilara el tren”. Afortunadamente, antes de “pasar el mixto, se descubrió tan inocente diversión” y su autor, convicto y confeso, fue puesto a disposición del Juzgado. El periódico se lo tomaba a broma, pero pudo provocar una catástrofe si el “mixto”, llega a toparse con los obstáculos puestos en la vía.





         Para los que lo ignoren, la denominación “mixto” se aplicaba a aquellas composiciones en las que, junto a vagones de pasajeros, había otros de mercancías. El de Cortes a Borja fue siempre un “tren mixto”. Trenes lentos que desaparecieron la década de los años 60 del pasado siglo.

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