Si en ocasiones anteriores hemos llamado la atención sobre
el abandono en las calles de los más inverosímiles enseres, hoy queremos hacer
lo mismo respecto a la vandálica costumbre de algunas personas de arrojar latas
y envases en el suelo, con la circunstancia agravante de que, en todos los
casos, existían papeleras al lado o muy cercanas. Generalmente, el eficiente
servicio de limpieza municipal las retira con las barredoras cuando están en la
calzada, pero no ocurre lo mismo cuando las dejan en ventanas o en los umbrales
de las casas.
Para hacernos una idea de la magnitud del problema, debemos
señalar que todas estas fotografías fueron realizadas, en la mañana del lunes,
en el corto trayecto existente entre la Casa de Aguilar y la oficina de
Correos.
Comoquiera que nada conseguiremos al comentarlo, nos queda
el consuelo de que los investigadores del futuro, analizando estas imágenes,
podrán conocer el tipo de bebidas que consumían estos individuos en el siglo
XXI.
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